Covington barre a Woodley para retar a Usman y a Masvidal
Colby Covington se impuso por decisión TKO en el quinto asalto a Tyron Woodley en el combate estelar del UFC Las Vegas 11. Colby fue un rodiilo.
El paso del tiempo, la pérdida de hambre para ganar... muchos pueden ser los factores, pero el diagnóstico es claro. El Tyron Woodley que hemos visto en sus tres últimas peleas no es el de antes. Sobre la jaula se le nota y sus rivales lo evidencian aun más. Este sábado, en el UFC Las Vegas 11, el encargado de hacerlo fue Colby Covington, quien se convirtió en el primer luchador en UFC que logró finalizarlo por TKO. No hubo un noqueado, pero el trabajo a la zona de flotación de Colby provocó que el excampeón se lesionado y acabase gritando de dolor en el quinto round. Lo que provocó que el referí detuvise el pleito. No hubo color.
La presión hace sufrir a Woodley y Covington lo tenía claro. Por ello, Colby siempre fue al frente. Dominó en todo momento. En el striking conectó buenas patadas a la zona costal de su oponente y los derribos que intentó los convirtió. Además, en el clinch tampoco hubo otro guión. Ahí se fue gran parte del combate. Covington presionaba y sacaba buenas patadas en el clinch. Colby no se presentó como un wrestler total. Dominó todas las áreas y sobre todo se mostró muy cauto. Era consciente de que la derecha de Woodley podía cambiar todo.
La superioridad de Covington se evidenció sobre todo en el cuarto round. Colby marcaba el ritmo cuando quería y en ese asalto destacó el castigo que le infligió en el ground and pound. La estadística fue muy clara: 104 golpes por solo dos. Estaba siendo un rodillo. En el quinto, a Woodley le dijeron que necesitaba una acción que le diese la victoria. Lo intentó con una guillotina, pero con la fuerza que hizo y debido al castigo de todo el combate se lesionó. "Ah, mi costilla", gritó Covington. Sin público no hubo problema para que todos los escuchásemos. Había inquina entre ambos y el que acabó sonriente al acabar con su enemigo fue Colby. Después fue claro ante el micrófono: "Usman y Masvidal tenemos negocios pendientes. Sois los siguientes", espetó tras hacer campaña por Trump y dedicar su triunfo a los sanitarios estadounidenses. Ganó y después fue el tiempo de alimentar a su personaje. Colby no cambia.