Rodchenkov tira de la manta... y sale hasta Ben Johnson
El exjefe del laboratorio antidopaje de Moscú, que huyó a EE UU, publica este jueves un libro en Gran Bretaña sobre Rusia, los Juegos y hasta el velocista canadiense.
En 2015, Grigory Rodchenkov, director del laboratorio antidopaje de Moscú, huyó a Estados Unidos con un disco duro entre sus manos y cientos de nombres de positivos tapados, métodos de falsificación de muestras y pruebas de que Rusia amparaba el dopaje de Estado. Temía por su vida. Y comenzó a cantar ante la Agencia Mundial Antidopaje.
En diciembre de 2014, la atleta Yuliya Stepanova había denunciado que los tramposos nunca eran sancionados, que los políticos lo tapaban y que todo estaba orquestado por el Kremlin, que entregó la varita al mago Rodchenkov... Ahora, el químico tira aún más de la manta que ha llevado a Rusia a estar suspendida en atletismo, Juegos y grandes eventos internacionales. Y da detalles en un libro que sale a la venta este jueves en el Reino Unido. "Ideamos la trampa más grande de la historia del deporte", se lee en fragmentos que adelantó el Daily Mail.
Director en Moscú.
Rodchenkov explica que antes de químico fue "un corredor prometedor" que ya ganaba con "esteróides anabolizantes, inyecciones y píldoras". En 2005 se puso al frente del laboratorio de Moscú. "Durante cinco Juegos, ningún ruso dio positivo en competición", se jacta. Allí se sustituía la orina por otra sin rastros. "Parecerá una locura, pero en los campos de entrenamiento era difícil encontrar orina limpia", refiere. Los controles, además, nunca eran por sorpresa.
Juegos de Sochi 2014.
"Fue una empresa conjunta extraordinaria: la fusión del Ministerio de Deportes, el FSB (Servicio Federal de Seguridad, bajo jurisdicción del presidente) y la política de 'medallas por encima de la moral' todo bajo la atenta mirada de un fanático del judo, Vladimir Putin", cuenta en el libro Rodchenkov. El FSB ideó un sistema para trasladar del laboratorio de Sochi, a través de un agujero camuflado por un enchufe, los frascos en teoría inviolables de los rusos. Se abrían con un sistema indetectable y se introducía orina sin trazas.
Ben Johnson.
Rodchenkov revela que Ben Johnson ya dio positivo por estanozolol en 1986, dos años antes de su descalificación en Seúl, en los Juegos de la Amistad que el magnate Ted Turner organizó en Moscú. Se taparon 14 positivos. El canadiense había ganado a un estadounidense... un tal Carl Lewis.
Laboratorios olímpicos.
Según Rodchenkov, Rusia montaba sus laboratorios alternativos durante las citas olímpicas. Un chalet en Calgary, un navío en Seúl... Pero no se permitió que atracara un barco ruso en el puerto de Los Ángeles en 1984. "Eso fue el colmo, y el Buró Político del Partido Comunista decidió el boicot a los Juegos".