Whittaker supera el 'enigma de Till' en la UFC Fight Island
Robert Whittaker se impuso, por decisión unánime, a Darren Till en el combate estelar del UFC FIght Island 3. Fue el último combate que se disputó allí.
Después de un mes en la Yas Island de Abu Dabi, la UFC echó el telón este sábado de la Fight Island. Habían realizado tres eventos, pero conscientes de que su principal competidor (Bellator) volvió este viernes, ellos quisieron dar un plus. Por ello cerraron el cartel más grande de todas las veladas que han hecho tras la pandemia. Fueron 15 combates programados. Había mucha calidad, pero el duelo estelar prometía mucho. Robert Whittaker y Darren Till ofrecieron una bonita pelea, pero con matices. No fue lo esperado. El australiano se impuso por decisión unánime (triple 48-47) y después intentó conectar con los fans: "Fue una pelea muy técnica, espero que el público la haya disfrutado", espetó. Tiene razón, pero el ritmo bajo y el festival de amagos visto no gusta a todos.
Whittaker también admitió que la pelea no fue fácil. Till es un luchador muy difícil de enfrentar y le tuvo "que ir leyendo sobre la marcha". Un enigma. Aunque al final el excampeón supo desbloquearlo. De inicio no se dejó sorprender. El inglés quería hacer daño con manos en frío y Whittaker le recibió con dos jabs. Tenía menos envergadura, pero le sirvió para mantenerlo alejado y generarle dudas a la hora de entrar en distancia. Si había incertidumbre, había miedo y eso bajó el ritmo mucho. Solo un chispazo de Whittaker en el segundo asalto rompió el el metrónomo mental que ambos tenían.
En el primer round, el excampeón se llevó un codazo, pero se supo reponer. En el segundo la diferencia de golpes fue abismal: 40 por 5. Till estaba anulado, aunque luego empezó a despertar. Tomó la iniciativa y Whittaker comenzó a contragolpear cómodo. La idea de ambos era buena, pero la ejecución fue mala porque la defensa de los dos contendientes fue excelsa. Siempre dejaba fuera al otro y evitar patadas al estilo Matrix fue la tónica. Al llegar al quinto asalto parecía estar todo igualado. Así fue. Pese a ello, ni uno ni otro se pusieron nerviosos. Whittaker aceleró en el minuto final. Llevó la pelea al piso y ahí dominó. Una acción clave para hacer que los jueces se decantasen del lado del excampeón. El australiano después no quiso meter presión. Tenía ganas de estar con sus hijos, lo demás era secundario. ¿Una oportunidad por el título? Puede que necesite otro combate, aunque la prueba del 'polígrafo' la pasó: todavía tiene guerra que dar en el peso medio.