Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

GOLF

Ocho claves de la subida al número uno de Jon Rahm

Un fuerte carácter, mentalidad ganadora y la regularidad, su caddie, la consistencia... Los grandes secretos que han llevado a Jon Rahm a la cima del golf.

Ocho claves de la subida al número uno de Jon Rahm
Sean M. HaffeyAFP

El ascenso al número uno mundial de Jon Rahm es la desembocadura de un meteórico camino en el que el de Barrika, a sus 25 años, ha sido capaz de aunar muchas de sus virtudes como las que mostró para ganar en el Memorial de Dublin (Ohio, EE UU) y remontar en el PGA Championship. Se coloca en lo más alto de un ranking que sólo lideraron otros 23 golfistas entre los que están Tiger, Seve, Langer, McIlroy, Faldo... Estas son algunas claves del éxito.

Mentalidad ganadora

Las primeras entrevistas que se publicaban en los inicios de Rahm impresionaban por la contundencia de sus palabras. Había ganado el Mundial amateur y también lideraba el ranking de aficionados tras llevarse una pila de torneos con la Universidad de Arizona State. "Quiero ganar un major más que Nicklaus, ser el mejor del mundo", podía decir. Mucho desparpajo, que sigue ahí, aunque ahora que está en lo más alto su discurso público se ha moderado. Lo que si queda claro es que él era el primero en saber que estaba llamado a hacer algo grande en el golf y a sus 25 años, con diez victorias entre el PGA Tour y European Tour (ganó la Race to Dubái), ya ha dejado una primera gran muesca en forma de número uno.

Juego

Rahm es el prototipo de jugador 'moderno': pegada larga y recta, buen juego de hierros y sin fisuras en las distancias cortas. Cuando está en racha en los greenes es capaz de ser de los mejores con el putt y también tiene gestos de jugador 'clásico' con golpes creativos y arriesgados que más de una vez han sido los detonantes para que una vuelta acabe en victoria.

Consistencia

Un reportaje de AS llama a Rahm 'Mister Consistencia'. No es para menos. Su número uno se ha fraguado en la regularidad en los torneos. Aparte de sus diez victorias, acumula 50 top-ten desde que se hiciera profesional y sólo falló 12 cortes. Cuando llega el fin de semana, y sobre todo el domingo, lo normal es contar con Rahm en las quinielas. Esa regularidad le hace subir mucho en el ranking mundial, y si es con victorias como la del Memorial, puede llevarle hasta el número uno.

Carácter

En ocasiones muy pasional, Rahm ha sabido controlar su sangre caliente para canalizarla de manera positiva en el campo de golf. Su temperamento en ocasiones le sacó de algún torneo, pero ese espíritu, la mentalidad ganadora mencionada antes, a veces le hace salir de situaciones comprometidas de manera genial. Un ejemplo es su birdie en el hoyo 16 de Muirfield, cuando cambió una dinámica negativa para transformarla en un camino hacia el título, que desmoralizó a su rival Ryan Palmer y le llevó directo al uno.

Su caddie

Desde sus comienzos en el PGA Tour, Rahm ha ido acompañado en la bolsa por Adam Hayes, un veterano caddie estadounidense con el que ha entablado una relación de amistad. Hayes es muchas veces la voz de la experiencia y la mesura cuando Rahm es más impulsivo. Eso hace que sea muy difícil verles planear golpes erráticos. El caddie refuerza la solidez del ya de por sí imperturbable juego de Rahmbo. El vizcaíno valora mucho su entorno.

Control de los campos americanos

Muchos golfistas españoles han tenido problemas de adaptación a los campos estadounidenses, algo que no es un inconveniente para Rahm que lleva más de siete años dando bolas y jugando torneos en campos del país norteamericano. Especialmente familiarizado está con los de Arizona, donde se formó y ahora reside. Pero Rahm también maneja bien los links británicos y los campos europeos. Un todoterreno de juego y campos. También conoce bien al público americano, pero ese factor no influye en estos extraños tiempos.

Proyección

Hay que recordarlo una y otra vez. Rahm tiene 25 años y ya es número uno del mundo con una decena de torneos. Llega la exigencia de un major y es que el de Barrika ya ha llamado a la puerta de varios grandes. Fue cuarto en el Masters de 2018, tercero en el US Open 2019. Este distópico 2020 quedan dos grandes por delante: US Open (17-20 septiembre) y Masters (12-15 noviembre).

Factor Seve

Rahm siempre fue un profundo admirador de Seve Ballesteros. Ha jugado en Pedreña, conoce su carrera de memoria y su padre Edorta le aficionó al golf después de la Ryder de Valderrama 1997 en la que Seve fue capitán. "Entrar en la historia junto a Seve es increíble", decía emocionado Rahm.