Herring: defensa tras el COVID
Jamel Herring expondrá el WBO del superpluma este martes, en Las Vegas, ante Jonathan Oquendo. Se aplazó por el positivo por coronavirus del campeón.
Hasta el momento, la burbuja que Top Rank ha montado en el MGM Grand Conference Center de Las Vegas está centrando casi toda la atención del boxeo. Es la única promotora que está logrando organizar campeonatos mundiales. El primero fue un cinturón Regular WBA (interinato) se lo llevó Joshua Franco ante Andrew Moloney (supermosca) y este martes, al fin, pondrá en liza un cinturón absoluto. Digo al fin porque la pelea entre Jamel Herring (21-2, 10 KO) y Jonathan Oquendo (31-6, 19 KO) por el Mundial WBO del superpluma debía haberse disputado el 2 de julio.
En uno de los test previos, el campeón dio positivo en coronavirus. Fue el 23 de junio. Herring era asintomático, por lo que pese a tomar las medidas pertinentes decidió no parar los entrenamientos. Top Rank tiene show cada martes y cada jueves, por lo que el púgil y su equipo esperaban boxear cuanto antes. Cuando los nuevos test salieron negativos, se cerró la nueva fecha. El monarca mundial lo tiene claro: llega bien. "Estoy de vuelta, sano y 100 por ciento listo para defender mi título mundial. Oquendo es un oponente fuerte que reconoce que esta es su última oportunidad de ganar un título mundial. Él viene por lo que tengo, pero no lo voy a permitir. Volveré a casa para celebrar con mi familia y mi cinturón", apuntó Herring.
El estadounidense, exMarine y capitán de la selección de Estados Unidos en Londres 2012, sabe qué no puede bajarse del tren al que se subió en mayo de 2019. Llegaba como underdog a su duelo contra Masayuki Ito, al que venció. Después defendió frente a Lamont Roach y ahora piensa en Oquendo como un paso necesario a una gran pelea. Y es que con 34 años, Herring está a la puerta de un gran combate. Shakur Stevenson ha dejado vacante su cinturón en el peso pluma y subirá de categoría. Parecen condenados a entenderse. Antes tiene que ganar. Oquendo, de 36 años, está ante su último tren. Con 36 años lo sabe. Herring es un rival complicado: zurdo, escurridizo y con más envergadura. Es favorito, pero un puertorriqueño siempre es sinónimo de ir al frente y sacar golpes. Será un choque de estilos con premio final: Stevenson.