Primer y último baile
Valdepeñas lucha por su primera Liga ante un Movistar marcado por las despedidas. Será el último partido de Ricardinho en el club... aunque no jugará.
La temporada más atípica de toda la historia de la LNFS llega hoy a su fin. Que sea el 30 de junio no es casualidad, ya que es el día en el que una gran parte de jugadores terminan los contratos en sus respectivos equipos y la prolongación para unos días, en muchos de ellos, se antojaba complicada. En Málaga se verá una final inédita entre el Movistar y el Valdepeñas, ya que será la primera para el equipo manchego... y en su estreno en un playoff por el título de Liga.
En abril de 2018 ascendieron a Primera en lo que era su estreno en la categoría y se salvaron con sufrimiento en la última jornada. En la presente campaña, disputaron la final de la Copa de España en este mismo escenario malagueño y en fase regular terminaron terceros cuando la pandemia obligó a parar. Ahora, tras firmar una remontada histórica ante Osasuna en cuartos (iban 0-4 perdiendo) y apear al Levante en semifinales, están a 40 minutos de hacer historia. Para ello deben ganar, porque en caso de empate tras el tiempo reglamentario, el Movistar será campeón por tener un mejor puesto en la tabla. Al no haber factor cancha, esta es la solución que tomó la Federación Española de Fútbol.
David Ramos, el técnico del equipo de la ciudad del vino de Ciudad Real, de 30.000 habitantes, lo tiene claro: "Vamos a por el título". Su rival será un experto en este tipo de partidos. Con 13 Ligas en 16 finales disputadas, el Movistar es el gran dominador de la LNFS. La temporada pasada cayó en cuartos después de ganar las cinco anteriores y, menos de un año después, tienen la oportunidad de volver a lo más alto. Tras superar a Jaén y Palma, también con remontadas (ante ambos empezó 0-1 perdiendo), los de Tino Pérez no quieren favoritismos. "Un torneo con este formato hace imposible que asumamos el papel de favoritos. Tengo ganas de demostrar todo lo que no pude durante estos meses", dice para AS Pola, que pasó diez meses fuera por una lesión.
Precisamente, Movistar y Valdepeñas fueron de los últimos en retomar los entrenamientos (a inicios de mes). "Algunos se pensaban que lo importante únicamente era el tema físico y se ha visto que no. La final la ganará el equipo que mejor sepa sufrir. También queremos vencer por toda la gente que se despide", añade. Y es que hasta nueve son las salidas que afronta el Movistar: dos en invierno y siete este verano. La más sonada, la de Ricardinho. Hoy será su último día en el club desde su llegada en 2013 y no jugará por petición propia, pese a viajar a Málaga y cambiarse. En la pista habrá una Liga en juego y asegurar un puesto en Champions sin esperar a lo que pase en la Final Four de octubre.