El drama de Olatz Rodríguez y la anorexia que le ha llevado a dejar la gimnasia
La gimnasta leonesa realizó una dura confesión en Instagram tras anunciar su retirada. Llegó a pesar 37 kilos pese a sus 1,65 de estatura.
La gimnasta leonesa Olatz Rodríguez ha querido compartir el drama en el que se convirtió su sueño de seguir creciendo en el mundo de la gimnasia rítmica tras sufrir una anorexia nerviosa restrictiva, por la que tuvo que ser ingresada en el hospital en enero de 2019 y que le hizo dejar la gimnasia el pasado mes de marzo. De hecho, según recoge el Diario de León, la gimnasta llegó a pesar tan solo 37 kilos pese a su 1,65 de estatura.
A través de un vídeo en Instagram, Rodríguez quiso destacar los diversos tipos de anorexias que existen. "Hay varios tipos de trastornos de conducta alimentaria aunque los más conocidos con la anorexia bulímica (se da atracones de comida que se siente tan mal que luego vomita), la anorexia nerviosa, que se carecteriza por la ausencia de apetito y la persona que la padece no está contenta con su propio cuerpo y no perciben su imagen tal y como es; y la anorexia nerviosa restrictiva, mi caso, el que tuve y tengo aunque estoy mucho mejor. Nunca me vi gorda, nunca vomité. Lo que me pasó es que no tenía hambre porque yo me lo quise en la cabeza. Me decía que tenía que adelgazar para ser mejor gimnasta, era muy perfeccionista. Veía a gimnastas muy buenas y muy delgadas y pensaba que yo también tenía que estarlo".
La gimnasta también pide que no se generen estereotipos que podrían jugar con la salud de las personas. "La sociedad impone esta serie de reglas y estereotipos que las personas que son más perfeccionistas se van a exigir llegar a ese estereotipo sea como sea y juegas con la salud de las personas. Me gustaría que esos estereotipos se alejaran y así poder vivir la vida, no una vida que consista en compararse todo el rato".
Rodríguez destacó su caso y cómo sólo se alimentaba de huevos, verdura y yogures, lo que le acabño provocando un episodio de desnutrición. "Al final dejé tener hambre a causa de la anorexia (ausencia de apetito) nerviosa (suele estar acompañada de periodos de ansiedad o depresión) y restrictiva (hoy no como pan, cereales o pasta) después de haber estado comiendo huevos, verdura y unos yogures sin lactosa. Acabé con un problema de desnutrición porque tenía depresión y ansiedad. Cuando tú no das alimiento a tu cerebro, no piensa bien. Me acabaron ingresando en enero de 2019 y me dieron el alta hospitaliaria en febrero de ese año. Hasta el día de hoy, aún no me han dado el alta definitiva. Solo falta que un médico me lo dé".
Olatz Rodríguez también aprovechó para dar una serie de consejos a las personas que tambiñen sufren este trastorno alimenticio. "Después de dejar la gimnasia he engordado, no sé cuanto, pero me da agobio pesarme y que por la calle me digan ahora 'qué guapa estás'. Ahora estoy mucho mejor, lo admito, y le agradezo mucho a las personas que me lo digan porque les sale del corazón, pero llego a la hora de la comida, como y creo que es un error. Luchas cotra ese pensamiento obsesivo y comes para no pensar en terminar como estaba antes. La clave está en no juzgar a las personas por su físico".
La gimnasta también destacó el hecho del daño que este problema le causó a sí misma pero también a la gente de su alrededor. "Personalmente no estoy contenta con mi cuerpo pero a la vez pienso que soy privilegiada porque tengo salud, comida, vivo en una casa... Al final no existe el cuerpo perfecto pero quieres tener la cintura más delgada, las piernas más largas y me di cuenta de que me tocó ser así. No tengo que compararme con nadie. Se pasa mal y también lo pasa mal la gente que te rodea. Siempre calculaba las calorías de todo lo que comía y ahora a veces lo sigo haciendo, pero luego me doy cuenta y me olvido".
Tras esta confesión Rodríguez ha ofrecido su cotacto para ayudar a todas las personas que también atraviesan este tipo de trastornos después de superar la competición más importante de su vida.
Carolina Rodríguez le manda su apoyo
Carolina Rodríguez, diploma olímpico en los Juegos de Río de Janeiro 2016, ha hecho público a través de un comunicado enviado a los medios, su apoyo a su compañera en el Club Ritmo Olatz Rodríguez tras anunciar ésta en su perfil de Instagram que padece anorexia, aunque exima de cualquier responsabilidad a la gimnasia rítmica.
La exinternacional júnior de 17 años sufrió este trastorno alimentario que incluso le habría obligado a ser hospitalizada en enero del pasado año tras llegar a una situación comprometida, por lo que dice estar dispuesta a que su ejemplo sirva a otras jóvenes, no solo deportistas, para que encuentren una salida a esta enfermedad.
Carolina Rodríguez, dominadora de la gimnasia rítmica española en los últimos años, hasta su retirada de la alta competición tras los últimos Juegos Olímpicos, considera a Olatz "una apasionada de la gimnasia, como yo, pero por circunstancias personales, como sucede en otros ámbitos de la vida, no ha podido hacer frente a la presión que conlleva la alta competición", señala en el comunicado.
En este sentido añade haber visto, a lo largo de su longeva carrera deportiva, "otras compañeras, con otros problemas que no tienen que ver con la anorexia, tampoco lograron realizarse deportivamente, pero supieron gestionar su pronta retirada de la mejor manera".
Rodríguez reconoce tener "sentimientos contrapuestos" tras hacer público Olatz su difícil situación que podría, indica, "dañar el nombre del deporte que me vio crecer, que me enseñó grandes lecciones para la vida y que me ha aportado la mayor felicidad y momentos donde el cuerpo y la mente se nutren de situaciones que ponen a prueba a una niña o a una adolescente para saber sus límites".
La veterana gimnasta recalca que "no todo el mundo vale para ésto, pero la anorexia no está dentro de los porcentajes más elevados en ningún deporte, ni siquiera en la gimnasia", ya que, "hoy existe mucho más conocimiento acerca de la nutrición y de las necesidades de cada deportista, aunque tengan que estar más delgados que otras personas consideradas como normales".
Sobre su trayectoria deportiva recuerda que siempre compitió "con índice de masa corporal dentro de la normalidad, y fue eso lo que me permitió optar a puestos que añoraba a nivel mundial y teniendo, quizás, más curvas que una mujer que no practicara tanto deporte, para que todos mis movimientos fueran presentables a ojos de quienes me evaluaban".
La triple olímpica en Atenas 2004, Londres 2012 y Río 2016, con sendos diplomas en la primera y última participación en esos Juegos, insiste en que desde que se inició en la gimnasia rítmica en 1994 "apenas" ha visto algún caso de esta enfermedad relacionada con este deporte "y los casos conocidos, han estado asociados a otros problemas que hacen que esta conducta se desarrolle".