Rahm: "Veo cerca el número uno y ganar mi primer grande"

Como para el resto de deportistas y la humanidad en general, está siendo un año muy extraño para Jon Rahm. Contrajo matrimonio en diciembre y se había marcado el reto de ganar al fin un grande en este ilusionante 2020, pero ahora permanece confinado y es una incógnita cómo se va a desarrollar la temporada. Por fortuna, dispone de un gimnasio en el jardín y hace ejercicio por videoconferencia con su preparador físico. "Tengo una esterilla y una red con la que doy golpes, y así es como entreno". Residen en Arizona, donde las medidas de confinamiento no son tan estrictas, pero admite que solo abandona su hogar para lo esencial. "Ni mi mujer ni yo salimos de casa, nos impusimos la cuarentena. A veces nos metemos en el coche para ver algo que no sea el jardín o las paredes de casa", bromea.

"No creo que fuera una temeridad empezar a jugar The Players (la actividad se detuvo tras su primera jornada, el 12 de marzo). En ese momento cabía la posibilidad de que en Estados Unidos no impactara el virus con tanta fuerza, cosa que no fue así. No tenía sentido ser el único deporte que siguiera jugando", opina un Rahm que tiene mucho tiempo para pensar en el golf, encerrado entre cuatro paredes. Por eso no deja de soñar con dar el salto definitivo. Sólo está por delante de él en la clasificación mundial Rory McIlroy. "Veo cerca ser el número 1 y ganar mi primer grande, pero ahora estoy pensando más en la gente que está sufriendo. Es difícil concentrarse en aspectos que no son prioritarios", expuso en Radio Euskadi. "Ojalá sea el año en el que consiga mi primer grande. Este año la semana del Masters coincide con la de mi cumpleaños, ojalá sea algo especial. Sería un gran sueño cumplido llegar al número 1 del mundo. Trabajaré duro para lograrlo", insiste.

Entre agosto y septiembre, en nueve semanas hay siete torneos que considera importantes y apunta que se va a concentrar "en estar física y mentalmente preparado para ese momento" . "Los que estamos en una posición de poder llegar a mucha gente debemos aprovechar este tiempo para ayudar a quienes más lo necesitan y apoyar a quienes están trabajando en primera línea contra el coronavirus", lanza de forma solidaria.

Rahm tiene dos pasiones: el golf y el Athletic. Albergaba la esperanza de viajar hoy a Sevilla a ver la final de Copa del sábado ante la Real Sociedad en La Cartuja, pero la pandemia ha quebrado sus planes y los de otros 50.000 vascos. "Seguramente hubiera ido a verla, la verdad que sí", confiesa.