La UFC cede ante las presiones y cancela todos sus eventos
Dana White, quien ha intentado hasta el último momento regresar el 18 de abril, aseguró en ESPN que recibió presiones y pospone todos sus eventos.
La UFC también para por la pandemia de coronavirus. Dana White, su presidente, ha intentado todo lo posible para que eso no ocurriese. Tras verse obligado a cancelar tres shows, la idea del mandamás de la compañía era regresar el 18 de abril y realizar un evento a la semana durante los próximos dos meses. White encontró un plan b y anunció un nuevo cartel, todo parecía listo... hasta este jueves. Los acontecimientos se sucedieron y las presiones que recibió fueron clave.
White apareció en ESPN (minutos más tarde se publicó un comunicado oficial) para ofrecer una entrevista y confirmar lo que desde un principio parecía lo más lógico: todos los shows de la compañía han sido cancelados hasta que las autoridades y la situación de la pandemia lo permita. "Hoy recibimos una llamada del nivel más alto. Piensa desde Disney a ESPN (empresa que tiene los derechos televisivos en Estados Unidos de la promotora durante cinco años). Los poderes que están allí me pidieron que me retirara y no hiciera este evento el próximo sábado", apuntó el presidente de la UFC.
En esa entrevista, también se reveló el lugar para el evento. No iba a ser una isla privada, como en un primero desveló. Había llegado un acuerdo con el Tachi Palace Casino Resort (California). La Comisión Atlética de ese Estado prohibió todos los eventos hasta mayo, pero el casino está en tierras tribales. Es decir, el terreno pertenece a una tribu indígena que posee autonomía propia y siguen sus propias leyes, no las del estado (solo cumplen con las Federales). De este modo, al no existir ninguna prohibición podía realizar allí sus eventos.
El detonante de la situación fue una investigación del New York Times, que descubrió que UFC había bloqueado todas las habitaciones del casino, cerrado desde el 20 de marzo, durante las próximas cuatro semanas. La revelación provocó un comunicado oficial de la senadora de California Dianne Feinstein. En esa carta, Feinstein hacía referencia a que un gran número de personas viajarían a California para una actividad "no esencial". Además, aunque la senadora reconoce la autonomía del casino, avisaba de las consecuencias que podía traer. "Este evento vincula recursos médicos y envía un mensaje de que las órdenes de confinamiento pueden ser ignoradas", concluyó.