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NATACIÓN ARTÍSTICA

Una coreografía inclusiva

La Selección, entrenada por Mayuko Fujiki, integra el lenguaje de signos en la rutina técnica. El Preolímpico, en Tokio (29 abril al 3 de mayo).

Una coreografía inclusiva
GORKA LEIZADIARIO AS

Detrás de una coreografía no solo hay horas de práctica y sincronización. Previamente, debe surgir la Idea, en mayúsculas, el eje en el que giren los cuatro minutos que duran las rutinas de equipo en natación artística. Mayuko Fujiki, seleccionadora española, lleva años buscando esa inspiración. Y la ha encontrado para los Juegos de Tokio, especiales para ella, natural de Osaka. "Repetiremos la coreografía del equipo libre que ya utilizamos en el Mundial de Gwangju, pero le aumentaremos la dificultad, le añadiremos acrobacias y la duración de las apneas", avanza Mayu. "Pero en la rutina técnica llevo mucho tiempo pensando en algo que impacte. Hay que sacar algo español, pero con un toque japonés, que los espectadores vean que hemos pensado en ellos", afirma.

Con la música de guitarra de José Manuel Cañizares y la composición de Salvador Niebla, el equipo español intentará conseguir el billete en el Preolímpico de Tokio (29 abril al 3 de mayo) con una coreografía en la que se incluyan cinco frases de una popular canción japonesa, como relata Mayu: "Son cosas positivas, frases conocidas en nuestra cultura. Por ejemplo, "nadie es especial, tú, yo y nosotros somos iguales". "En la vida hay días que llueve y hace mucho viento, otros sale el sol". "Cuando miro atrás, estás tú; cuando miro adelante, están mis amigos. Por eso me siento fuerte".

Pero la imaginación de la entrenadora japonesa, medallista en Atlanta, en 1996, no se detuvo ahí. "Como japonesa, sé que en estos Juegos la gente quiere que los Olímpicos y los Paralímpicos tengan la misma repercusión. Quieren promocionar los dos eventos. Así, cuando se escuchen las cinco frases, las chicas harán lenguaje de signos en el agua para que las personas que no escuchan puedan disfrutar de nuestro deporte", explicó.

El proceso de asimilación de la rutina está siendo "más costoso" de lo que Mayu creía. El lenguaje de signos varía en función del idioma. "En Japón, comer es el símbolo de los 'palitos'. En España es diferente", soslaya la seleccionadora. Primero aprendieron el lenguaje con la visita de una persona con esta deficiencia, mientras que después, y a través de la Federación Deportiva de Sordos de Cataluña, realizaron algunas clases. Incluso se ayudan de vídeos de Youtube para asimilar los movimientos. "Se tiene que ver en todas las gradas, en los dos lados, hay que repetir los movimientos para poder comunicar y que llegue a toda la piscina", añade Mayu, consciente de que "si el público está con nosotras eso puede mejorar la nota".

A pie de piscina, en las interminables mañanas de entrenamiento en el CAR de Sant Cugat, Mayu corrige con imágenes en directo desde un Ipad los movimientos. Es la mezcla de ciencia y poesía que tiene la natación artística, que busca recuperar en Tokio 2020 la plaza de equipo que perdió en Río 2016. "No puedes nadar como si fueras una máquina. A las chicas hay que hacerles ver que es original. Seguro que con el corazón nadan mejor. Le pondrán sentimiento". Una coreografía creada para todos los públicos.