Escobar: ‘All in’ para Tokio 2020
Gabriel Escobar inicia ilusionado el 2020. Es una de las principales bazas de la Selección para los Juegos. En 2019 fue campeón de Europa, pero avisa: "Es un nuevo año".
"Me he imaginado de todas las maneras. En la inauguración, en competición, en el podio…”, bromea Gabriel Escobar con AS al hablar de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Esa cita es por la que lleva peleando los últimos cuatro años y a tan solo siete meses la ilusión comienza a desbordarse, aunque el madrileño, de 23 años, quiere mantener la calma. “Estoy muy enfocado y entrenándome para ello, pero siempre con control. Si te posee el deseo, fallas, y si eres pasota, también”, apunta.
Escobar es muy joven, pero tiene muy claro por lo que boxea. En 2019 se proclamó campeón de Europa (categoría de 52 kg), una medalla que reafirma sus opciones en Tokio, pero de nuevo es cauto. “Para mí cada año se empieza de cero. No pienso en lo que ocurrió antes, solo en lo que viene por delante”, revela. Aunque no mire atrás, cada vez tiene más nombre en el panorama internacional. Se encuentra disputando el torneo internacional más antiguo de Europa, el de Strandja (Bulgaria). Allí ganó en primera ronda al campeón asiático, el indio Kumar Deepak, y en segunda al estadounidense Abraham Pérez. Este viernes disputa las semifinales ante el brasileño Luiz Gabriel Oliveira, fase en la que ya se asegura, al menos, la medalla de bronce.
En Bulgaria, Escobar y el resto de la Selección persiguen obtener el rodaje suficiente para la carrera olímpica. Tras todo el lío con AIBA (fue inhabilitada y la competición en Tokio la organizará el COI), las plazas para los Juegos se repartirán este mismo año (del 13 al 23 de marzo en Londres). “Es positivo y negativo a la vez. Hubiese estado bien llegar a 2020 sabiendo si estás clasificado para así hacer un calendario enfocado a ello. Aunque por otro lado llegas muy rodado y preparado”, afirma. El camino no importa, porque Escobar tiene hambre de gloria.
A finales de 2019 sufrió una lesión en la que dejó “a los médicos asombrados”. “Tenía una calcificación en la mano izquierda y en solo un mes estaba perfecta y volviendo a entrenarme”. Las ganas pueden con todo. Está al 100% físicamente y el objetivo no se distorsiona lo más mínimo: “Iré a Tokio a por medalla”.