Cuatro momentos históricos de la natación española en Budapest
Del oro mundial de Mireia al del waterpolo femenino pasando por el oro redentor de Rafa Muñoz y el ascenso de la sincro al segundo escalón europeo.
Mundial de 2017: Mireia completa su obra de medallas
Mireia Belmonte empezó a ganar medallas internacionales en Debrecen (Hungría), en 2007, pero no fue hasta diez años después cuando consiguió su primer oro mundial en piscina de 50 metros. Si en 2016 habría cumplido su sueño al quedar primera en la final olímpica en Río de los 200 mariposa, en el Mundial de Budapest de 2017 repitió hazaña. Llegó la badalonesa en un estado de forma inmejorable y se fue con tres medallas.
En los 200 mariposa, compitió hasta la última brazada con la alemana Franziska Hentke. Mireia empezó sexta en el primer 50, pasó segunda tras el 100 y en el último viraje ya cogió la cabeza. Pero llegó justa de fuerzas al final y solo ganó por tres centésimas. Hizo un tiempo de 2:05.26 por 2:05.39 de la alemana.
Europeo de 2014: las ‘guerreras’ suben a la cima
En 2011, la Selección femenina de waterpolo quedó la undécima del mundo en Shanghai. Un grupo joven con jugadoras como Maica García o Laura Ester que apenas superaban la veintena. Pero todo cambió en 2012. Contra todo pronóstico, en el Preolímpico de Trieste liquidó a sus grandes rivales y obtuvo el billete para Londres 2012. Allí fueron plata. Un sueño hecho realidad.
En 2013, en las Picornell de Barcelona, se colgó el oro barriendo a las rivales aunque sufrió para ganar a Hungría en semifinales, tras remontar tres goles en el último cuarto y apearlas en los penaltis. Fue en 2014, en Budapest, cuando se colgó el oro europeo con un waterpolo arrollador.
Pese a perder 10-9 ante Rusia en el debut, luego las de Miki Oca se deshicieron de Francia (4-18) e Italia (8-12) para de nuevo amargar el torneo a Hungría (8-9) y tumbar a Holanda en la final (10-5). Un equipo renovado aunque con el tronco de 2012, formado por Marta Bach, Andrea Blas, Anni Espar, Laura Ester, Maica García, Patri Herrera, Laura López, Ona Messeguer, Lorena Miranda, Mati Ortiz, Jennifer Pareja, Pili Peña y Ru Tarragó.
Europeo 2010: el oro redentor de Rafa Muñoz
En el Informe Robinson titulado ‘La medalla de su vida’, Rafa Muñoz explica el camino que le llevó a ser el plusmarquista mundial de 50 mariposa casi una década (2009-18), a competir mano a mano con Michael Phelps en 2009 y a una depresión que le llevó a los infiernos personales. Sobre todo, ese periodo de éxitos deportivos pero amargura encontró su redención en el Europeo de Budapest en 2010.
Antes de conseguir ese oro en sus 50 mariposa con un tiempo de 23.17, Muñoz fue sancionado por no comparecer en tres ocasiones a las pruebas de antidopaje del sistema ADAMS, lo que equivale a un positivo. Recurrió al psicólogo José Carlos Jaenes, en Sevilla, quien detectó una profunda depresión y le ayudó a reconducir su vida. Gracias a esa ayuda, una semana antes de competir en Budapest, un panel de la FINA entendió sus problemas y le permitió participar.
El cordobés reconoce que esta medalla es incluso más especial que las dos que se colgó en el Mundial de Roma un año antes en las que compartió un histórico podio con Michael Phelps. En esta ocasión había encontrado más motivaciones y un sentido a todo lo que hacía que había perdido.
Europeo 2006: la sincro, más cerca que nunca de Rusia
Desde 2001, la sincronizada española, con Anna Tarrés como directora de orquesta, el CAR de Sant Cugat como cuartel general y Gemma Mengual como solista, empezó a crecer a pasos agigantados. Del periodo de 2006 a 2010 vivió años inigualables, más cerca que nunca de Rusia, como ejemplo las lágrimas que vertió Mengual en el Mundial de Roma 2009 cuando consideraba que merecía estar por delante de Natalia Ischenko en el solo libre.
Ese 2006 supuso un paso más para España, y se dio un Budapest. Por primera vez, el equipo de sincronizada consiguió cuatro platas en las cuatro disciplinas en aquel momento. En solo, Mengual fue segunda con 97.700, a solo siete décimas de Ischenko. En dúo, la catalana fue también plata junto a Paola Tirados (97.500), mientras que en equipo (97.300) y en combo (95.900) se repitió el mismo cajón del podio.
A partir de ese momento, España siguió creciendo en Mundiales hasta alcanzar su cénit en Roma (un oro y seis platas) y en Pekín 2008, con dos platas.
