Shields, al ring para olvidar el bochorno y hacer historia
Claressa Shields se enfrenta este viernes a Ivana Habazin por los Mundiales WBC y WBO del superwelter. Sería la más veloz en reinar en tres divisiones.
Claressa Shields (9-0, 2 KO) lo tiene todo para acabar su carrera siendo considerada la mejor boxeadora de todos los tiempos. Con tan solo 24 años es doble campeona olímpica (lo logró en los dos primeros Juegos, Londres y Río, en los que pudieron participar mujeres) y en nueve peleas como profesional ha logrado ya ser monarca en el peso medio, en el que es campeona unificada, y supermedio. El límite lo marca ella y este viernes lo ha puesto en nueva nueva división. La estadounidense baja al peso superwelter para intentar llevarse los Mundiales WBC y WBO de la categoría. Están vacantes y para lograr su objetivo le espera la excampeona mundial del peso welter (cedió el IBF de la división ante Cecilia Braekhus en 2014) Ivana Habazin (20-3, 7 KO).
Sin duda la cita de este viernes en Atlantic City acaparará todos los focos del boxeo. Es lógico. Es el primer gran evento del año y será el segundo combate por un mundial (en la misma velada Alicia Napoleon y Elin Cederroos se jugarán los cinturones WBA e IBF del supermedio) de 2020. Además, si Shields logra la victoria será la boxeadora (en ambos sexos) que más rápido ha logrado su tercera corona. Ese récord lo tiene ahora mismo Lomachenko, que lo consiguió con 12. La estadounidense lo rebajaría en dos. Pese a todo, lo extradeportivo está generando mucha más expectación que lo deportivo.
El combate entre Shields y Habazin estaba programado para octubre, pero se suspendió en el pesaje después de que, supuestamente, el hermano de Shields (fue arrestado y está acusado por ello) agrediese al entrenador de Habazin (James Ali Bashir, de 68 años), quien estuvo ingresado varios días con graves heridas en su rostro y en su cabeza. El incidente provocó el retraso y dejó a Shields sin la oportunidad de boxear por primera vez en su ciudad natal, Flint (Michigan). Ahora, tres meses después el pleito se ha reprogramado y la estadounidense ha buscado limpiar su nombre en la previa. "Todos los que estuvieron allí y saben lo que sucedió en el incidente también saben que no es algo que esté en mi historial. No hago nada fuera del ring", apuntó la doble medallista olímpica. Pese a ello, Habazin no dudó en asegurar que incitó a provocar el altercado porque no daba el peso. "Eso ha sido muy irrespetuoso. No creáis mentiras", replicó la estadounidense.
Con ese clima hostil se presenta una pelea en la que Shields es ampliamente favorita. Primero por magnitud de su carrera y rivales y segundo por calidad boxística. Lo demostró al maniatar ampliamente a Christina Hammer en su última pelea. Su movilidad es excelsa, sabe tocar y moverse. Además pega duro, y avisa: "En este peso soy capaz de golpear más fuerte. La noquearé antes del sexto asalto". Shields está confiada, pero Habazin (que no podrá contar con Bashir en su esquina y lo hará el exboxeador y hombre de confianza de su entrenador, Steve Upsher Chambers) confía en su mayor velocidad (viene de un peso menor y será menos pesada) para llevarse la victoria. Shields tiene en su mano olvidar el bochorno de su hermano y hacer historia, la croata busca venganza.