Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

BOXEO

Katy Díaz: la arquitecta del ring asalta el Mundial WBC

La española se enfrenta a la actual campeona WBC del mínimo, la alemana Tina Rupprecht. Díaz estudió Arquitectura Técnica y es doble campeona de Europa.

Tina Rupprecht y Katy Díaz, cara a cara durante el pesaje oficial.
Diario AS

Catalina Díaz (6-2, 1 KO) vive este sábado en Hamburgo (Alemania) el combate más importante de su carrera. La andaluza, de 39 años, disputa el Mundial WBC del peso mínimo ante la actual campeona, Tina Rupprecht (9-0-1, 3 KO), quien disputa su segunda defensa del curso tras hacer nulo en abril ante la mexicana Maricela Quintero. Sabe que en ese pleito pudo resultar clave la localía. “Está en su casa, con la confianza que da eso y la presión que aporta el público. Todo está a favor de ella”, apunta Díaz a AS, aunque la retadora llega con mucha confianza. En 2019 ha logrado dos veces el Campeonato de Europa, lo que le abrió la puerta al Mundial. “Pensamos que estaría más lejos. Teníamos previsto una pelea para hacer un título IBO, pero no se cerró y entonces recibimos esta llamada”, añade.

Apodada PacWoman, Díaz se caracteriza por meter mucho ritmo y presión a sus rivales. “Intentaremos sacar más manos que ella. Sabemos que va al frente y su volea de derecha es peligrosa”, avisa la jerezana, quien solo lleva diez años dedicándose a los deportes de contacto. Antes, tras estudiar Arquitectura Técnica, trabajaba en la construcción. Su vida cambió por completo a punto de cumplir los 30. “Cuando conocí a mi pareja, también conocí el deporte. Se me daba bien, y coincidió con la crisis que hubo en mi sector. Después quería ser madre y la conciliación iba a ser más sencilla”, revela. Katy regenta con su pareja un gimnasio en Cádiz y no para “en todo el día”, pero “el cambio llegó cuando debía”. “Creo que era el momento necesario. El deporte sacó la parte material del trabajo y me dio la parte humana. Mi rutina antes era menos plena. Ahora sí vivo”.

La aspirante lo tiene claro: “El boxeo es mi vida”. Y en él se ha centrado en la última parte de su trayectoria. “En otros deportes de contacto ya lo había conseguido todo (fue tres veces campeona de España de kickboxing) y decidimos probar, ya que veíamos que la parte de puños se me daba bien”. Tenía futuro, aunque dos derrotas consecutivas hicieron que el camino fuese más complicado. “Esos tropiezos me aportaron fuerza. Sobre todo el segundo, en Polonia. Fue el trampolín para centrarme más en el boxeo. Ese instante fue la clave de mis éxitos”, concluye.