Cambiazos en Sochi y manipulación en Moscú
El abogado canadiense Richard McLaren destapó el dopaje de Estado de Rusia entre 2011 y 2015 con dos informes.
La sanción de cuatro años impuesta por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a Rusia es la culminación de un caso que se ha extendido cinco años. Arrancó con una investigación periodística de la ZDF/ARD alemana, 'Cómo Rusia crea a sus ganadores', que provocó la puesta en marcha de una Comisión Independiente de la AMA. Esta, desembocó en los dos informes a cargo del abogado canadiense Richard McLaren, que destapó el dopaje de Estado de Rusia entre 2011 y 2015.
A su vez, un personaje clave ofreció a la AMA la llave de la caja de los secretos... una copia de los datos del laboratorio de Moscú sobre la que se han detectado las manipulaciones. Fue Grigory Rodchenkov, director de los laboratorios de Moscú y Sochi durante los Juegos de 2014, y que dimitió en noviembre de 2015 después de que la AMA le suspendiera a perpetuidad "por encubrir positivos, extorsionar a deportistas y destruir 1.417 frascos de muestras". Huyó a Estados Unidos y colaboró.
Con Rodchenkov a salvo, se conocieron las muertes repentinas, en febrero de 2016 por sendos infartos, de Nikita Kamayev y Vyacheslav Sinev, presidente y director ejecutivo de la Agencia Rusa Antitidopaje. Dos fallecimientos extraños...
En la primera parte del Informe McLaren, de julio de 2016, se detallaba la "metodología de la desaparición de positivos". Resumiendo, cuando Rodchenkov detectaba uno, consultaba al viceministro de Deportes, Yuri Nagornykh, y este respondía con dos palabras, 'salva' o 'cuarentena'. Con la primera, se tapaba el dopaje catalogándolo como negativo en el sistema ADAMS de control de la AMA y se manipulaba el informe del laboratorio. Así se salvaron 576 tramposos, según los datos que aportó el informe. Con la segunda, se condenaba al atleta, generalmente de poco nivel.
En la segunda parte del informe, de diciembre de 2016, la cifra de beneficiados por el sistema ascendió al millar. Durante los Juegos de Invierno de Sochi en 2014, el orgullo de Vladimir Putin, el FSB (antiguo KGB) construyó un edificio anexo al laboratorio en el que trabajaba Rodchenkov, comunicados por un conducto oculto. El bioquímico pasaba de madrugada por ahí los frascos de deportistas que se habían dopado para que los agentes los cambiaran por otros de orina limpia, que previamente había sido recogida en Moscú. El FSB desprecintaba las muestras (en teoría en frascos inviolables), pero después se comprobó que dejaron huellas microscópicas en las tapas. Un cambiazo que también se utilizó en el Mundial de atletismo de Moscú en 2013. Incluso, en el test de orina de dos jugadoras de hockey apareció el ADN de un hombre.
Rodchenkov también ideó el Cóctel de la Duquesa, de anabolizantes, con una ventana de detección mínima. Pero el COI decidió reanalizar orina congelada de Pekín 2008 y Londres 2012 y saltaron los positivos. Lo último, la manipulación del sistema de almacenaje de datos del laboratorio de Moscú.