T. Zabell: “Ecomar lleva 20 años trabajando por unos mares limpios”
La presidenta de Ecomar: "Ahora el mundo está concienciado de que hay un problema. Así es más fácil buscar soluciones”.

Doble campeona olímpica de vela en la clase 470 (1992 y 1996), retirada del deporte de élite en 1998, hace veinte años que Theresa Zabell preside la Fundación Ecomar, adelantada a su tiempo en los objetivos que persigue.
P. ¿Cómo le dio a usted por crear esta Fundación en 1999, cuando la problemática actual estaba en embrión y con poco ruido mediático?
R. Cuando empecé en la vela, de niña, me encontraba flotando en el mar objetos que yo no entendía que pudieran estar allí. Siempre estuve muy sensibilizada con la limpieza del mar. Luego, cuando pude, me volqué en ello porque siempre he pensado que quienes hemos tenido algún tipo de éxito debemos devolver parte de él a la sociedad.
P. ¿Y qué hacen en Ecomar?
R. Combinamos el deporte con la limpieza del mar. Siempre he pensado que lo importante es la concienciación, y es un trabajo que debemos hacer con los más jóvenes porque cuando se ilusionan con algo son muy activos.
P. De un tiempo a esta parte son muchos deportes, federaciones y asociaciones que siguen su ejemplo.
R. Nosotros llevamos 20 años trabajando por unos mares limpios, y luego han venido otros siguiendo nuestra estela, en metáfora deportiva. Apostamos por eso, por concienciar. Y seguimos en ello.
P. Se podría decir que usted es una activista de los verdes.
R. No, no, de los verdes no. En todo caso de los azules, porque nosotros, en Ecomar, no vivimos de las ayudas públicas, y tampoco somos reivindicativos. Esta es una Fundación totalmente privada, con patrocinios en cada una de las actuaciones que emprendemos, en algún caso con acuerdos con ayuntamientos, y recogemos y procesamos los desperdicios que encontramos. Los chicos que vienen a Ecomar saben que los residuos no tratados no pueden acabar en las aguas.
P. ¿Ha mejorado el estado del mar desde que usted navegaba?
R. Lo que ha cambiado es que ahora existe una conciencia clara de que el mundo tiene un problema, y es lo más difícil de admitir. Ahora podemos buscar soluciones, y en eso estamos, en resolver el problema de la contaminación de los mares.