Una continuación de la felicidad del verano en el Turia
"El otoño en Valencia es una continuidad del verano”, explica Paco Borao, el director de una maratón que en pocos años se ha convertido en un mastodonte, criado y alimentado con mimo. Porque el correr (o running) se ha inyectado en la ciudad de manera progresiva, en el circuito del río Turia, y ha encontrado en esta prueba su tótem, con 25.000 participantes. Si alguien en España pregunta ‘¿En qué maratón puedo hacer marca?’, la respuesta es unánime: Valencia.
La edición de 2019 da la razón. Ese verano prolongado y su felicidad se impregnó en los atletas. El ganador, Alayew, debutó en la distancia con 2h 03:51, la 14ª marca de la historia y un registro impensable hace años en suelo español. Kigen Ozbilen batió el récord de Europa (2h 04:16), Roza Derehe rebajó el tope femenino de la prueba a 2h 18:31. Cuatro españoles (Santiago, Arrospide, Benabbou y Lamdassem) se llevaron la mínima olímpica. Cheptegei dinamitó el 10K. Son la punta del iceberg de felicidad que reparte el postverano valenciano, que, como canta La Zowi: “Lo que toca se convierte en oro”.