El qatarí volador que desafía a la gravedad

Mutaz Essa Barshim (Doha, 28 años) es el gran referente del deporte en Qatar. De padres sudaneses, se formó en la academia Aspire y ya desde júnior destacó en altura con un título mundial en 2010. Su carrera siempre ha ido ligada a la del técnico polaco Stanislaw Szczyrba, que pulió su técnica para transformarle "de los peores de la academia" en una gran estrella. Por biotipo, 1,92 y delgadísimo, y estilo estaba llamado a la gloria. En 2012 fue bronce olímpico en Londres, con 21 años; en 2016, plata en Río; y en 2020 en Tokio persigue el oro. Lo que ya ha conquistado son tres títulos mundiales. El primero vino en Sopot 2014, bajo techo y el segundo en Londres 2017, que llegó acompañado del galardón a mejor atleta del curso.

Barshim voló hasta 2,43 y coqueteó mucho con el récord de Javier Sotomayor, pero un día que parecía mágico se tornó en trágico. Fue en Szekesfehervar (Hungría) en 2018, cuando franqueó 2,40 y pidió 2,46, la plusmarca. Cogió carrerilla, al límite, y en el brinco se fracturó el tobillo. Una lesión gravísima, que puede acabar con la reactividad de un atleta. Barshim sufrió año y medio para recuperarse, pero llegó bien justo al momento clave, a los Mundiales de Doha, donde se colgó su tercer oro ante su gente. Un ídolo, hasta con un eslogan propio: ¿Qué es la gravedad?