Nuria Marqués: "Me dijeron 'espabila' y no me sobreprotegieron"
Nuria Marqués (Barcelona, 1999) se lleva el Premio AS Paralímpico a un año de los Juegos de Tokio. En Río 2016 se colgó dos medallas en natación adaptada.
También para usted 2020 es un año especial después de sus medallas en Río. ¿Tiene más presión?
Es un año más duro porque el objetivo es muy especial. Claro que tengo más presión después de Río. Allí era más inocente, ahora sé a lo que voy. Además, el nivel ha subido y eso provocará que deba hacer un esfuerzo doble. Tengo la universidad, y no debo dejarla. El deporte es una etapa, lo otro será mi faena en el futuro, aunque este año me centro en la natación y en entrenar mucho.
¿Cómo es su rutina diaria teniendo en cuenta los estudios y el entrenamiento?
Normalmente hago tres sesiones al día, a las 8:00, a las 12:00 y a las 16:00. Dos son en piscina y una en el gimnasio. Hay flexibilidad con las clases y procuramos tener descanso, que es muy importante también. Lo gestionamos todo con el entrenador, aunque este año estoy más focalizada en los entrenamiento al tratarse de unos Juegos.
¿Se plantea la medalla nuevamente?
No quiero ponerme como retos las medallas. No depende solo de mí porque tengo rivales y pueden salir nuevas competidoras. Busco mi mejora personal, eso es esencial. Eso es lo que me llevará a tener unos resultados u otros.
¿Se siente reconocida o cree que se conoce poco el deporte adaptado?
Empecé como una niña que iba a pasarlo bien con la natación, pero de golpe saqué resultados y la gente ahora me conoce más. Crecí mucho como deportista, pero creo que las personas tienen poco conocimiento del deporte adaptado. Falta mucho pero se ha avanzado desde que comencé, aunque se podría hacer mucho más.
¿Qué propone para que llegue a más gente?
Una idea podría ser que los Juegos Olímpicos incluyan deporte adaptado y no se separe como hasta ahora con los Paralímpicos. Siempre pensé que al final sería algo fantástico para todos. Estaríamos más reconocidos y otros deportistas nos conocerían. La realidad es que mucha gente conoce lo olímpico y no lo paralímpico. Y a veces el mundo paralímpico no conoce tampoco el mundo olímpico. Por otro lado, nosotras mejoraríamos como deportistas. Y luego la gente podría comprobar que también tenemos nivel. Sería una manera de potenciarlo y de ver que todos nos esforzamos para llegar a ganar una medalla, al margen de que es una manera de normalizarlo.
Por ejemplo, usted compartiendo concentraciones con Mireia o en una misma jornada olímpica cada una en sus pruebas y su categoría.
Sería bueno que la gente lo mirase con los mismos ojos. Que no digan qué bien lo hace porque tiene una discapacidad, si no que digan qué bien lo hace porque se ha entrenado para conseguir un sueño y pelea por ello.
¿Y cómo fue su camino hasta llegar a ser medallista olímpica?
Mis padres me llevaron a practicar natación con nueve meses y empecé a hacer cursos. Hice todo como cualquier niña aunque tuve varias operaciones porque nací con un problema en el fémur: me crecía más corto que el otro (a los ocho años le amputaron un pie). Competía con cualquiera, era del montón, aunque llegué a participar en campeonatos de Cataluña, donde fui bronce, y también de España. Con uno de mis entrenadores descubrimos la natación adaptada. La primera vez que participé, arrasé. Era 2013 y todo fue encaminado: Europeos, Juegos y medallas.
¿Convivió siempre con ese ímpetu y esa ambición en la vida y en el deporte pese a su discapacidad?
Mi discapacidad la tuve normalizada porque mis padres no me sobreprotegieron si no que me dijeron: 'espabila, nosotros te ayudaremos'. Nunca me dijeron pobre, sino que me dieron la oportunidad de valerme por mí misma con su respaldo. No por tener una discapacidad debes esconderte en casa, sino que debes afrontar la realidad. La tendencia es que si ves algo que no es normal se sobreprotege y considero que eso no se debe hacer. Debes potenciarte y buscar algo que te permita soñar.
Es una reflexión muy auténtica. ¿Encontró inspiración en alguien o tiene referentes en su deporte?
Cuando empecé no conocía a nadie de este mundo. Pero estuve en los campeonatos de España y vi a Teresa Perales. Cuando me acerqué, me transmitió cariño y confianza. Ha luchado mucho por conseguir todo lo que tiene. Empezó de cero y se levantó como una campeona. Para mí siempre fue un referente. Se esforzó, luchó y logró cosas que nadie ha conseguido. Me enseñó mucho en lo deportivo y en lo personal.
¿Cómo compagina ser una nadadora competitiva con construir su futuro lejos de las piscinas?
Hay que seguir trabajando y estudiando para tener un futuro. Ahora mismo no me planteo cómo lo haré, pero fisioterapia me encanta. Ya estoy haciendo prácticas y disfruto. Tengo una motivación más. Debo ser en la faena cómo soy en el deporte. Buscar pequeños objetivos e irlos asumiendo. Pero considero que soy joven (20 años) para saber exactamente lo que haré en el futuro. Tengo que prepararme.
¿Qué significa para usted el Premio que le otorga AS?
Me siento afortunada y reconocida. Te da un plus que la gente lo valore. Es una maravilla. Estoy muy agradecida por compartirlo con otros deportistas, poder también conocerlos.