Las Alayeto vuelven a ganar en el tercer torneo juntas
Por su parte, Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez zanjan unos meses de dudas y se apuntan el Menorca Open, su cuarto título del año.
En Mahón, en las finales del Open de Menorca, han jugado hoy las dos parejas que acabaron el 2019 como primeras del ranking. Y las dos han ganado. En hombres, el cuarto título del año para Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez, que llevaban muchos eses erráticos con un juego que incluso generaba dudas acerca de su futuro juntos; en mujeres, las Gemelas Sánchez Alayeto, que se estrenan en la temporada porque Mapi ha regresado del taller de recuperación tan sólo hace tres torneos, y se ha perdido media campaña.
El triunfo de a Gemelas, en la final ante Ari Sánchez y Alejandra Salazar, tiene una importancia vital para la pareja. Lo han hecho superado en cuartos a las Martas, Ortega y Marrero; en semifinales a Paula Josemaría y a Catarina Nogueira, y en la final a Ari y Alejandra. Es decir, en su tercer torneo del año juntas, y en tres días consecutivos, han superado a las tres mejores parejas del año, las únicas que hasta ahora habían ganado torneos. Y en la final, además, lo ha hecho remontando el 5-7, para imponerse por 7-6 y 6-1, con Mapi soportando el juego de las rivales que intuían que ella era la más floja de la pareja. Las Gemelas mantienen la condición física, siguen igual de agresivas que en los últimos años, buscan la red y la dominan por más que aún cometan más errores no forzados de los necesarios. Sacaron partido con las bolas rápidas, y a esas bolas en zonas sin dueño claro que tanto desorganizaban a sus rivales porque Ari y Alejandra peleaban a veces por la misma bola. Sin duda, un paso importante para la pareja, que se mete en la pelea por recuperar el tiempo perdido en lo que poco que resta de curso.
Uri Botello y Javi Ruiz perdieron su primera final como profesionales. No tuvo suerte la pareja española porque se encontraron con los numero uno revividos. Maxi y Sanyo no eran los del verano, los descentrados, los irregulares, los timoratos. No. Eran otra vez la pareja del nivel que se les supone, con un fin de semana espectacular. Otra pareja no hubiese aguantado el dominio de Uri Botello, ni el alcance de Javi Ruiz, a quienes también penalizó la desgracia en algunas acciones que cambiaron los signos de los juegos: 6-4 y 6-3 para tomarse unas vacaciones los argentinos que a lo largo de los meses de infierno incluso cambiaron de entrenadores para no tirar la toalla y como última solución a sus problemas.