Kipchoge ataca la última barrera humana, las dos horas
El keniano, de 34 años, corre este sábado en Viena desde las 8:15 con la intención de bajar de dos horas en 42.195 metros, en un reto específicamente hecho para él y sin validez de récord.
Un aterrizaje en la Luna, hollar el Everest... En esos términos se plantea el desafío de Eliud Kipchoge de este sábado a partir de las 8:15 en Viena, donde pretende romper la barrera de las dos horas en 42.195 metros, la distancia de la maratón. Pero no será un carrera clásica, sino en el Reto 1:59, creado por una marca comercial para que el keniano, de 34 años, corra a 2:50 cada kilómetro en el parque Prater. El desafío histórico genera entusiasmo voraz en algunos y rechazo entre los puristas, que tienen el respaldo de saber que la marca no tendrá validez como récord mundial para la Federación Internacional (IAAF) por sus 'condiciones especiales'.
Kipchoge, que posee la plusmarca 'oficial' en la Maratón de Berlín (2h01:39 en 2018), ya estuvo en un proyecto similar en 2017 con el Breaking 2, en el autódromo de Monza, donde corrió en 2h00:25. Algunas de las innovaciones que se hicieron allí se aplicarán este sábado en Viena en un circuito de 9,6 kilómetros (con dos rectas de 4,3) y 0,06% de desnivel. Por ejemplo, el keniano irá en todo momento acompañado por liebres de alta élite (hasta 41, con los Ingebrigtsen, Barega, Kiplimo...) que le cubrirán en forma de flecha y que se relevarán en grupos (en Monza eran de 6). Habrá avituallamientos móviles, es decir le darán bidones en bici, y un coche eléctrico irá marcándole en todo momento la línea del récord al keniano, que correrá con el último modelo de las zapatillas que han revolucionado el mercado. Son 'condiciones especiales' porque en Berlín, Kipchoge se quedó sin liebres en el km 25 y los avituallamientos eran estáticos.
Indiscutiblemente, Kipchoge es el mejor maratoniano del siglo XXI con 11 victorias en 12 carreras y es conocido por su mente de hierro forjada en entrenamientos en Kaptagat (Kenia) con el numeroso grupo de entrenamiento de Patrick Sang en el que Eliud intenta inculcar una filosofía de austeridad y trabajo recto. Kipchoge va muy en serio porque renunció a los Mundiales de Doha y, sobre todo, a la Maratón de Berlín y su suculenta bolsa para correr este sábado en Viena.
¿Y por qué Kipchoge se ha embarcado en una aventura comercial como esta? "En Berlín corría para hacer un récord mundial, aquí en Viena lo hago para entrar en la historia. Son dos cosas muy diferentes. No es una cuestión de dinero, sino de demostrar que el ser humano no tiene límites. Me siento mucho más preparado que en Monza, pero nada es seguro al 100%. Simplemente estoy calmado y listo", explicaba con filosofía Kipchoge.
El reto se podrá seguir en YouTube (en el canal Reto Ineos 1:59) y en el parque Prater se espera una numerosísima afluencia de público para ver a Kipchoge que tiene que hacer 422 series de 100 sin parar a 17.08. A ritmo de 34 los 200, de 1:08 los 400, de 2:16 los 800, de 2:50 el 1.000, de 14:13 los 5.000, de 28:26 los 10.000, de 59:59 la media. Para llegar a 1h59:59, con liebres permanentes, con avituallamientos móviles... pero sólo dos piernas, las de Kipchoge, que deben correr a ese ritmo.