Carolina Marín vuelve a sonreír
La onubense volvió a levantar un título en el segundo torneo en el que participaba tras siete meses de lesión. Tiene la vista fija en los Juegos de Tokio.
La sonrisa en el rostro de Carolina Marín (Huelva, 26 años) ha vuelto para quedarse. La onubense, tras siete duros meses de lesión, regresó al circuito femenino de bádminton a principios de septiembre en el torneo de Vietnam, pero no con el resultado que ella esperaba. "Estoy bastante decepcionada conmigo misma", explicó Carolina tras caer derrotada en dos sets ante la tailandesa Supanida Katethong.
"En el Masters 1000 de China quiero mejorar pequeños detalles", avisó Marín de cara a su segunda cita tras la reaparición. Y vaya si lo hizo. La imparable jugadora de Huelva se plantó en la final del torneo y después de ceder en el primer set, firmó una remontada épica para imponerse a la taiwanesa Tzu Ying Tai por 21-18 en el set definitivo. Volvió a caer fulminada a la pista de Changzhou como hiciera el pasado mes de enero en Indonesia al romperse el ligamento cruzado de la rodilla, pero esta vez lo hizo de emoción.
Ahora, este triunfal camino iniciado en China tiene un único destino: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Antes, Carolina hará escala en los torneos Master 500 de Corea del Sur, y los Masters 750 de Francia y Dinamarca en el mes de noviembre, con el objetivo de sumar puntos vitales de cara a Tokio para mantener su condición de cabeza de serie. "La lesión me hizo desarrollar otra cualidad: la paciencia. Esto es sólo el comienzo del camino a los Juegos Olímpicos", avisó Marín tras ganar el título en China. Lo que no te mata, te hace más fuerte... y Carolina ya lo es después de un calvario de siete meses.