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NATACIÓN | GWANGJU 2019

Mireia Belmonte: “Las máquinas también necesitan resets”

La badalonesa empieza este domingo su participación en el Mundial de Gwangju. Debido a su corta preparación, tienes dudas: "No sé lo que pasará, pero lo daré todo”.

Corea del SurActualizado a
Mireia Belmonte.
DANI SANCHEZ

¿Cómo llega a estos Mundiales?

Llego bien teniendo en cuenta que llevo solamente seis o siete meses de entrenamiento. En forma, pero no sé que pasará. Si cuando estás bien ya todo es una incógnita, pues imagínese en estas circunstancias. Quiero ir día a día y ya veremos las expectativas.

Aunque físicamente quizás no llega como hace dos años a Budapest, ¿mentalmente está más preparada?

Tengo experiencia y llevo muchos Mundiales a mi espalda, y eso es un grado. Habrá otra gente que debuta o que tiene menos bagaje. Pero mi mentalidad siempre es ir prueba a prueba y no me dejo influenciar por lo que ha pasado el día anterior. Voy paso a paso, lo daré todo y ya veremos qué sucede.

¿Era necesaria una desconexión después de tantos años de duros entrenamientos y exigencia?

En mi caso, el causante de mi parón fueron los vértigos. Tenía que parar para curarme y hasta que no pasaron cuatro o cinco meses no se me fueron totalmente. Este problema requiere su proceso y fue lento. No es una lesión en el hombro que puedes ir controlando, es algo que de golpe te viene y no sabes cuándo se marchará. Intentamos parar un tiempo largo para empezar de nuevo y seguir el camino a Tokio. Era lo mejor.

Los deportistas no son máquinas...

Los coches pasan la ITV y nosotras tenemos que mirar qué nos pasa y arreglarlo si hay problemas. Los vértigos que provenían de la cabeza eran mi problema, y tuve que parar. Las máquinas también hacen resets, y lo hicimos para enderezar el camino de la preparación olímpica.

Este 2019 solo aparece en un top-ten, el de los 400 estilos. ¿Cree que es la prueba que más opciones tiene de medalla?

Mi tiempo de inscripción es el tercero en los 200 mariposa (establecido en 2018), pero quiero ir paso a paso. Esa prueba me la tomo igual que el resto, no tengo preferencias. El tiempo de los 400 estilos es bueno, mundialmente es una referencia, pero nunca se sabe lo que puede pasar. Hay nadadoras que no han sacado todas sus cartas, la partida final es esta. He hecho las marcas con mucha carga de trabajo. Ahora estoy en la puesta a punto y espero nadar más rápido. A ver si funciona.

Han pasado diez días en Japón. ¿Qué encuentran en Yamaguchi?

Yamaguchi es un sitio maravilloso. Tenemos fruta y agua después de entrenar, un autobús que nos lleva a la piscina y la gente es acogedora y se preocupa por nosotras. Nos llevan a hacer turismo, incluso. Son grandes experiencias y especiales, que no puedes vivir cada día y hay que aprovecharlas. La cultura japonesa es ordenada y servicial. Son personas limpias y educadas. Da gusto vivir en un país así. Deberíamos aprender de ellos.

¿Se puede decir que Tokio 2020 serán sus últimos Juegos?

No lo sé. Voy año a año. Después de Tokio veré que hago con mi vida. Queda un año y pienso en eso. Es mejor pensar en eso que en el futuro a largo plazo.

Tiene la oportunidad de ser abanderada. Pero el Comité Olímpico Español debería cambiar sus normas, pues Saúl Craviotto tiener un oro más aunque estén empatados a cuatro medallas. ¿Sueña con ello a menudo?

No lo pienso día a día, pero tengo la ilusión. Si no soy yo, que sea una mujer. Ya nos toca, creo. Hace muchos años que no ocurre (desde Atenas 2004 con la judoca Isabel Fernández) y solo ha habido dos abanderadas en toda la historia. En 2020 sería un buen año para que la bandera la llevara una mujer porque llevamos años consiguiendo éxitos y peleamos a la misma altura de los chicos. Sería algo bonito.

En Tokio puede cumplir más sueños. Si gana un metal, igualará con los cinco de David Cal y será la máxima medallista de la historia española olímpica...

Siempre son números y quieres superarlos, pero yo lo que quiero realmente son las máximas medallas posibles. No ganar a David Cal, ni ser la mejor de la historia, quiero hacerlo para mí. Si luego lo logro, pues mejor.

¿Cómo planificará estas vacaciones?

Lo más importante este año es competir mucho. Tengo tres semanas de vacaciones pero póngalo entre comillas. No estaré con Fred Vergnoux, pero haré pesas, cardio... No puedo perder la forma. Serán de desconexión mental, pero no física. Antes participaré en una prueba de la Copa del Mundo. De aquí nos vamos a Tokio a nadar tres días y luego enlazaremos con el Campeonato de España en Terrassa, que nadaré los dos últimos.

¿Qué puede esperar el público de la natación española en Gwangju?

Los horarios no acompañan, pero sí los de las finales que son al mediodía. Así que les diría que me sigan a mí y a toda la natación española. Este Mundial es una incógnita, no sé que me va a deparar, seguro que hay sorpresas.