McIlroy colapsa y tira medio Open en la primera vuelta
Pese a jugar en casa, el norirlandés terminó en +8 con un cuádruple bogey en el primer hoyo y un triple bogey en el último. "Obviamente va a ser complicado".
Casi 70 años después el British Open volvía a Irlanda del Norte y eso parecía una buena noticia para Rory McIlroy, natal de Holywood, a apenas 100 kilómetros del Royal Portrush, el club que acoge esta edición. Nada más lejos de la realidad. Este jueves, en la primera vuelta, se despidió de prácticamente todas sus opciones de alzar una segunda Jarra de Clarete y quien sabe si será capaz de superar el corte el viernes.
El británico empezó torcido. Muy torcido. Un cuádruple bogey en el primero fue su primera toma de contacto con el links norirlandés. Primero la mandó fuera de límites desde el tee. Su segundo golpe fue al rough, injugable, y tuvo que apechugar con un impacto de penalización. Consiguió llegar al green de seis y allí necesitó dos putts. Ocho golpes para un par cuatro. Portrush le mordía a las primeras de cambio.
Y la cosa no se quedaba ahí. Un bogey en el tres le hundía un poco más y, pese a que olió a remontada con dos birdies casi seguidos en el 7 y el 9, lo que siguió fue una sucesión de pares hasta la segunda debacle del día, ya al final. McIlroy le hizo un doble-bogey al 16 y +3 al par 4 que cierra el campo. "Con el primer golpe del día me ha venido un poco el bajón. Obviamente sea donde sea que empieces con un +8, las cosas van a estar complicadas", se resignaba tras entregar la primera tarjeta de este British Open, uno que no apunta a ser de buen recuerdo para 'Rors'.