Undertaker es eterno: destruyó a Shane en su 'regreso extremo'
Undertaker, junto con Roman Reigns, derrotó a Shane McMahon y Drew McIntyre en el combate inicial de Extreme Rules. Rompió una mesa con su cuerpo antes de ganar.
Cada vez que suena el gong que precede a Undertaker es un momento histórico. El 'Deadman' tiene 54 años y su tiempo en la lucha libre está en el descuento. Pese a ello, aparece de manera regular y los fans lo agradecen. Ganó a Goldberg en el Super ShowDown y en Extreme Rules aceptó una lucha sin descalificación. Los fans ansiaban verle en una lucha extrema y no defraudó. Dejó sus mejores movimientos, pero destacó por encima del resto una de sus 'resurrecciones'. Cuando parecía que todo estaba perdido, se rehizo, se compenetró con Reigns y con un tombstone puso fin al combate. Nadie se cansa de ver ese movimiento. Undertaker es eterno.
Reigns comenzó llevando el peso junto con McIntyre. Ambos están en plenitud y se nota en cada choque. La compenetración que demostraron el Big Dog y Undertaker fue increíble. Llevaban el pleito contarlo hasta que apareció Elias. No estaba invitado a la fiesta, pero reventó una guitarra en la espalda de Taker y todo cambió. El 'Deadman' sufrió, y mucho. Rompió una mesa con su espalda tras un tremendo salto de Shane, después fue víctima de un 'de costa a costa' y parecía KO, pero nunca se puede dar por vencido a Undertaker.
Se levantó como si nada, hizo una garra a Shane, otra a Elias y cuando McIntyre iba a atacarle por la espalda apareció Reigns. Partió con una lanza al escocés. Era el momento de Undertaker. Realizó su movimiento final e hizo levantarse de sus asientos al público de Philadelphia. Nunca se sabe cuándo puede ser el último tombstone. Después reconoció la valía de Reigns, la derrota ante el Big Dog en WrestleMania 33 (2017), ya está olvidada.