El brazo de Tarragó lidera a una España intimidante en Gwangju

La Selección femenina de waterpolo arrancó este Mundial de Gwangju como un ciclón y arrasó a Grecia en el primer partido de grupo (4-14), por lo que asegura la primera plaza a la espera de superar los trámites ante Cuba y Kazajistán. A los dos minutos de partido el resultado ya era de 0-3, una señal de la determinación con la que afrontaron las chicas de Oca este encuentro. La España de Gwangju recordó a la España de Barcelona 2013, cuando se colgó el oro. Los cruces y la evolución en el torneo certificaran o no las primeras sensaciones.

Tener dos lanzadoras como Bea Ortiz y Rosser Tarragó, que vuelve después dos temporadas de ausencia, es un privilegio. Le bastaron tres lanzamientos (uno de ellos en superioridad) para encarrilar el encuentro en dos minutos: 0-3. Grecia se estrelló una y otra vez contra la defensa de las chcias de Oca, bien adaptadas a las nuevas reglas, con una marcha más que su rival. Xenaki marcó el único tanto heleno en el primer cuarto antes de presenciar el recital de Tarragó, que anotó otros tres goles en un santiamén, dos de ellos de lanzamientos lejos y uno en superioridad (1-6).

Grecia, actual subcampeona de Europa, aumentó las revoluciones defensivas y Oca empezó con las rotaciones. Dispuso de minutos Irene González, una de las debutantes, pero el combinado español supo mantener la ventaja. Asimaki, la capitana y veterana griega, marcó desde la boya el 2-6, pero no había réplica posible por parte de las rivales españolas. Anni Espar y Ru devolvieron el 2-8 al marcador, maquillado por Nikoleta en el último suspiro (3-8).

Fue explosiva España en ataque, pero sobre todo su defensa es la que le ayudará a llegar más lejos en el torneo. Un ejemplo de ese compromiso se vio en el tercer cuarto, cuando las griegas no fueron capaces de batir a una segura Laura Ester. Tarragó siguió a lo suyo. No tiene un brazo, tiene un fusil. No es una waterpolista, sino una francotiradora. Forca se unió a la fiesta y también Maica García, recuperada milagrosamente (3-11). Un resultado de ensueño a falta de un cuarto.

Un último cuarto en el que las griegas siguieron bloqueadas, su joven portera (21 años) tampoco atrapó los lanzamientos y España mantuvo su instinto asesino. Las boyas se unieron al festín goleadora. Leitón y Maica marcaron desde la zona interior y Forca con su zurda mágica. 4-14: marcador sonrojante.