Orio completa un inicio de ACT mágico con un doblete

La Liga ACT ha descorchado una nueva temporada y ésta ha hecho saltar por los aires todos los pronósticos. Frente al dominio de los últimos tiempos de Urdaibai y Hondarribia, han tomado la palabra tripulaciones de un perfil más bajo. Entre ellas pide paso como favorita Orio, con un doblete en el este inicio de curso que deja perplejos a todos. Ni se acuerdan los más viejos del lugar cuándo un bote que no fuera Onyarbi encadenó un par de ‘trapos’ en un fin de semana. Y Urdaibai, que llevaba más de dos años sin bajarse del liderato de la general, está fuera ahora mismo de la tanta de honor: es sexta con 16 puntos, tras dos quintos puestos. Habrá que ver si tienen cuadrilla para Liga, campeonatos y Concha.

Los aguiluchos marchan al frente con 24 puntos, seguidos de Zierbena (20), que ha sufrido muchas bajas y hoy remaba en casa, Donostiarra (18) y Hondarribia (18). Lo de Orio y su técnico Jon Salsamendi es para homenaje permanente. En invierno se veían sin cuadrilla por los cambios en la plantilla. Ocho salidas les dejaban en cuadro: Indo, Albizu, Mujika, Azkarate, Unai Etxeberria, Elorza, Martínez y Agirrezabala. Una entidad histórica como pocas, que logró La Concha en 2017, se veía cuestionada por la falta de efectivos. El mago del Cantábrico inició la reconstrucción y reclutó a remeros como Salvagno, Arrizabalaga y Jon Etxaniz, para restaurar huecos importantes. La obra empieza ser maestra. El club, subcampeón de ACT en 2007 y 2010, ni por asomo soñaba con aspirar a la corona, pero este inicio de curso desmiente esa sensación: de momento ya tienen tanta cosecha como en todo 2018, cuando se llevaron la regata propia y la de Bermeo. Por entonces, se volcaron en el Campeonato de España de Remo Olímpico, en Banyoles (Girona) en el que quedaron decimoctavos en la general, y llegaron algo tarde al banco fijo.

La Bandera de Zierbena marcó una tónica que parece que se va repetir en toda la Liga. Los de la segunda tanda aprietan a los de la de honor. Donostiarra, rabiosa por el mal papel en Bilbao cuando este año aspira a subir ese peldaño hacia los cuatro mejores, dio un serio aviso con un tiempazo, 19:29, azuzada en la calle dos por un Kaiku que salió a fuego y tuteó a los capitalinos durante mucho tiempo. Los sestaotarras, el año pasado arrancaron estas dos jornadas en la última plaza y les angustió durante semanas, han empezado muy bien esta temporada y esta cosecha les va a venir de cine; incluso se permitieron el lujo de dejar atrás en la regata a Santurtzi en ese derbi que tanto escuece a los aficionados de ambos sectores de la margen izquierda.

La 'San Nikolas' reaccionó algo tarde en la salida esta que marca el novedoso semáforo. Salió sin referencias porque su patrón, Aranberri, no tenía pinganillo. Zierbena fue más ágil en su casa. Pero la primera ciaboga amarilla fue un primor y en ella Hondarribia perdió un tiempo precioso. Apenas había viento y el campo de regateo era una piscina. A los tres minutos y medio de trabajo, los aguiluchos, que se habían retrasado dos segundos de salida, ya asomaban la proa; era tal la igualdad que estaban los cuatro de honor en un segundo.

El giro lo dieron los oriotarras en 4:47, un segundo mejor que Donostiarra. Salieron a 35 paladas por minuto, mientras el anfitrión Zierbena, a 33, trataba de mantener el pulso aunque ben el agua esas diferencias se ven como abismales. La cuadrilla de Salsamendi acababa bien, sin prisa, mientras que los galipos iban más agitados; sus maniobras fueron muy buenas, parecidas a las de Donostiarra, que marcó un tiempo que en 2018 le habría dado el segundo puesto y en esta ocasión ocurrió lo mismo.

Orio tenía dos metas: ganar la bandera y batir el récord del campo de regatas, establecido en 19:24. Se quedó a un segundo. En el mano a mano con Donostiarra salió triunfante por 3:42 y en su lote dejó a Zierbena a casi seis. Santander y Lekeitio, próximas citas. En ría y en mar; contra el reloj y en línea... a ver quién hace desistir a la 'San Nikolas'. "Queremos divertirnos, esto no cambia el plan", resume el técnico Salsamendi. Y a ver como la 'Bou Bizkaia' interpreta una sensación completamente ajena durante los últimos tiempos: la de tener que remontar.

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