Navarro y Lebrón se disparan en el Master de Valladolid
Sacan adelante un partido casi imposible ante Galán y Mieres. En mujeres, ganaron Ari y Alejandra e igualaron en el liderato a las Martas.
Valladolid encumbra a Paquito Navarro y Juan Lebrón como la mejor pareja masculina del año, y se acerca al número uno que aún es cosa de Sanyo Gutiérréz y Maxi Sánchez gracias a los puntos del año pasado. La victoria de Alejandra Salazar y Ari Sánchez seis torneos después iguala el ranking femenino, con dos parejas con los mismos puntos en la cima de la lista que saldrá el lunes.
Que ganasen Paquito Navarro y Juan Lebrón el Master de Valladolid tiene un mérito superlativo porque tuvieron enfrente a una pareja en estado de gracia, que cuando decidieron romper su unión a partir del mes de julio fue como si se quitasen una losa de encima y ahora están dando un nivel excepcional: de Ale Galán ya se sabía, pero en la final Juani Mieres era el mejor de la pareja, y quizá durante muchos juegos del partido. Y en una final extraordinaria el triunfo cayó para la pareja andaluza, con sólo dos break en todo el encuentro: 6-7, 6-4 y 6-4.
Dos horas de partido, del ¡partido!, uno de los mejores de la temporada, sin duda, y quizá el mejor de las siete finales que van de año en el WPT. En él se invirtieron los papeles y los roles: resulta que fue Mieres el máximo pegador, y que su pareja fue la que más remató en el choque. Eso sí, fue el partido en el que Paquito Navarro se encumbró por encima de todos, porque ocho salidas de la jaula fueron siete puntos colocando bolas inverosímiles. Es posible que el dinamismo de Lebrón y Galán vista más, pero la inteligencia de sus dos compañeros en lo que complementa el partido decidido por detalles mínimos que fueron definitivos.
En la final femenina, Ari Sánchez voló sobre la Plaza Mayor de Valladolid. Una excepcional jugadora que decantó la victoria y que le dedicó lel triunfo a su compañera Alejandra Salazar, que hace dos años perdió el Open en esa pista ante las Gemelas Alayeto sufriendo una lesión de gravedad. Las Martas muy irregulares, no estuvieron juntas en el partido salvo en unos juegos del primer set, que ganaron tras levantar un 2-5. Ortega y Marrero estaban en la silla eléctrica, pero a sus rivales se les fundieron los fusible: 7-5. Luego ya no hubo opción: 6-1 y 6-4; imposible para las Martas. Ahora las dos parejas tienen tres títulos, y han perdido dos finales. Entre ambas, también igualdad.