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Briedis gana a Glowacki con polémica y se cita con Dorticos

Briedis ganó el WBO del crucero al noquear en el tercer asalto a Glowacki en un duelo en el que pasó de todo. Dorticos derrotó por KO en el 10º a Tabiti.

Mairis Briedis y Yuniel Dorticos tras sus combates en Riga.

La realidad en ocasiones supera a la ficción y lo ocurrido en el Riga Arena este sábado lo vuelve a ratificar. El pleito entre Mairis Briedis y Krzysztof Glowacki comenzó torcido y acabó de la misma manera. En tres asaltos ocurrieron para escribir una novela... o un esperpento, porque todo lo sucedido no quedará aquí. Briedis ganó a Glowacki por KO en el tercer asalto, pero el letón debía haber sido descalificado. El equipo del polaco debe recurrir y lo más justo sería un 'No Contest', aunque eso será a posteriori. Del ring Briedis se bajó como campeón mundial WBO y con el pase a la final de las World Boxing Super Series (WBSS). Los despachos decidirán si todo sigue así.

La polémica comenzó antes de que la campana sonase. Estaba anunciada una unificación WBC y WBO, pero el organismo verde y oro (con su título vacante) decidió retirarse del combate al entender que los organizadores de las WBSS no habían seguido su normativa y como protesta también porque sus oficiales no estuviesen en la pelea. Por ello, sólo un título estaba en liza. El primera asalto fue íntegro de estudio y la polémica comenzó en el segundo. Glowacki lanzó un golpe a la nuca de Briedis, que se revolvió y cuando el árbitro había parado las hostilidades colocó un codazo en el mentón de su rival. El polaco se fue al suelo, el árbitro entendió que Glowacki fingía y le mandó levantarse. El golpe fue claro y debió actuar.

El campeón se levantó y siguió en pie, pero estaba muy tocado. Tras varios golpes claros, Glowacki se fue al suelo después de un tremendo crochet. La polémica continuó porque habían pasado más de 20 segundos desde que había sonado la campana. De hecho, la esquina de Briedis ya estaba en el ring. El árbitro lo vio, pero cuando quiso parar las acciones el polaco estaba en el suelo. Le hizo una cuenta obviando que si un entrenador entra al ring se entiende como un abandono. El referí se excusó diciendo que no había oído la campana, pero el lío ya estaba armado. En el tercer asalto Glowacki salió por casta, pero estaba muy tocado. Briedis dejó ver su precisión y tras conectar tres derechas perfectas en el rostro del polaco lo volvió a enviar al suelo. No hubo más combate y el ya excampeón se marchó del ring sin esperar la decisión. El Riga Arena se convirtió en una fiesta, pero el VAR tendrá que aparecer. 

Dorticos, KO brutal para meterse en la final

Yuniel Dorticos volvió a levantar un campeonato mundial (IBF, interino) en el peso crucero. El cubano lo logró tras noquear, en el décimo asalto a Andrew Tabiti, quien llegaba con muy buenas críticas, pero estuvo muy por debajo de lo esperado. Los rounds disputados tuvieron todos el mismo guión. Dorticos puso un ritmo de presión constante, pero sin ser asfixiante, lo que provocó que Tabibi fuese siempre hacia atrás. El estadounidense reculaba y sacaba manos rápidas, pero eran pocas. "Tienes que creer en lo que puedes hacer", le decían en la esquina antes del sexto asalto. Al pupilo del clan Mayweather le faltó eso, confianza, y lo pagó. En ese sexto round le dio un cabezazo (accidental, en el séptimo le quitaron un punto por lo mismo) al cubano. Un feo corte pudo dar al traste con la pelea, pero Dorticos quiso seguir. Buscaba el KO.

Con el paso de los asaltos Tabiti iba perdiendo el respeto a los potentes golpes que le llegaban de Dorticos, los cuales también eran más flojos debido al cansancio. Eso hizo que incluso en el octavo asalto llevase al cubano a un terreno en el que no le gusta estar: la corta distancia. Dorticos se salió rápido y comenzó a boxear con calma. La pausa ya no le valía Tabiti, que apretó en el décimo. Quiso cruzar golpes y cometió un error de novato. Bajó su mano izquierda al lanzar la derecha... y se encontró con la contra de Dorticos. Letal. El excampeón volvía a ceñirse una faja a su cintura. Lloró de emoción y miró al futuro. La final de las World Boxing Super series le espera.