Nuevo Golovkin, viejo objetivo: Canelo antes de que sea tarde

Gennady Golovkin (39-1-1, 35 KO) disputó el sábado su primer combate sin título en juego desde 2010. Su derrota ante Canelo Álvarez, en septiembre de 2018, puso fin una racha de 20 defensas consecutivas y a una época. Decidió tomarse un descanso de nueve meses e introdujo muchos cambios. El principal fue su entrenador. Johnathon Banks llegó a su esquina con la intención "de recuperar la movilidad". El kazajo tiene un imponente récord amateur (345-5), pero en sus últimos pleitos había olvidado algunos de los conceptos de ese tipo de boxeo, según él mismo aseguró. Además, introdujo preparador físico y nutricionista en su equipo. Con 37 años sabe que debe cuidarse para seguir en la élite. 

Ante Rolls lució un físico más imponente que en sus últimos enfrentamientos, y aunque el canadiense no era un primera línea, plantó más batalla de lo esperado. Golovkin boxeó tranquilo y cuando quiso apretar, acabó con la pelea. Su pegada está intacta, la inteligencia nunca se va... pero GGG no es el mismo que hace varios años, lógicamente, y él lo sabe. Por ello, una vez que terminó su combate lo dejó claro: "Estoy preparado para septiembre si él quiere", apuntó. Cuanto más tiempo pase sabe que su frescura mermará y eso baja sus posibilidades de victoria porque el mexicano está en plenitud.

Le urge la trilogía, los fans le quieren y económicamente nunca encontrarán un momento mejor. Ha firmado con DAZN por nueve peleas en tres años, por lo que tendrá que volver al ruedo si Canelo decide atrasar lo evidente. Cada preparación le acerca a su retirada (fue uno de sus mayores motivos de enfado con el positivo de Canelo). Le quedan pocos disparos y quiere aprovecharlos. El nuevo Golovkin tiene el mismo objetivo que le atormenta desde septiembre de 2017 (hizo nulo con Canelo): derrotar al mexicano.