El subcampeón olímpico de bádminton se retira a causa de un cáncer de nariz
El malasio Lee Chong Wei anunció su retirada a través de una carta abierta en Facebook. Peleó contra el cáncer y logró volver a entrenar aunque ha decidido centrarse en su familia.
La noticia de la retirada de Lee Chong Wei ha conmocionado al mundo del bádminton. El jugador malasio, líder de la clasificación mundial, subcampeón olímpico en Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016 y triple plata mundial en 2011, 2013 y 2015, anunció su retirada a través de una carta abierta en Facebook. Wei ha decidido dedicar más tiempo a su familia después de que se le diagnosticara cáncer y lograse volver a los entrenamientos tras hacer frente a la enfermedad.
A Wei se le diagnosticó en septiembre del año pasado un cáncer de nariz. El malasio se sometió a un tratamiento para combatirlo y en enero de este año regresó a los entrenamientos con los Juegos de Tokio como gran objetivo. Wei contó cómo fue ese regreso. "Hace meses todos sabíais que tenía cáncer. He luchado y pensé que había peleado bien y que podría intentar jugar una vez más. Sólo soy alguien a quien le gusta jugar al bádminton y que ama a su país. Tenía miedo de retirarme con remordimientos, de no darle a Malasia ese escurridizo oro olímpico. Así que, cuando me limpiaron del cáncer, volví a coger mi raqueta y a entrenar".
Sin embargo, Wei decidió cambiar de opinión tras una revisión médica en la que le dijeron que podría recaer si seguía jugando. "Tras unos días de entrenamiento suave, quería conseguir el visto bueno de mi médico para aumentar la intensidad pero entonces me trataron de un gran golpe. Tras el escáner el doctor sacudió la cabeza y me dijo que podría recaer si seguía entrenando. Mew Choo (su mujer, ex jugadora de bádminton) se derrumbó llorando ya que temía que estuviera obstinado en lograr mi sueño. Pensé: '¿por qué tengo que colgar la raqueta tras casi 20 años compitiendo en bádminton y sin cumplir mis sueños olímpicos?' En casa cuidé de mis hijos Kingston y Terrence. Los he bañado, dado de comer y enseñado a jugar al bádminton. He pasado tiempo con ellos y les he visto crecer.
Así, Wei decidió dar el paso para su retirada con el objetivo de disfrutar más tiempo con su familia e impedir futuros sustos. "Entonces pensé que no tenía que ser tan egoísta. He jugador para mí, para mi país y ahora quiero jugar el papel de padre por mucho tiempo. Quiero ver crecer a mis hijos, que sean los hombres adecuados, que se casen, que tengan hijos... y también quiero cuidar de mi esposa. Por eso, he tomado la decisión de retirarme. Lo siento, no he podido llegar a Tokio. Y siento también no haber dado a Malasia un oro olímpico. Pero no tengo remordimientos ya que he dado lo mejor de mí".