Jay Harris quebró la ambición de Ángel Moreno en Cardiff

"Ángel, Ángel, Ángel", gritaban los aficionados españoles que se desplazaron hasta Cardiff para animar a Ángel Moreno en el último asalto de su combate. El madrileño, que venía de disputar el Mundial WBC del mosca en marzo, recibió la llamada de Jay Harris para disputar el Campeonato de Europa del peso mosca y no dudó. Acudió y avisó en la previa: "Saldré fiel a mi estilo". Lo hizo. Manos bajas, esquivas imposibles y contragolpes potentes. No defraudó y los fans que le acompañaron se lo reconocieron cuando quedaban tres minutos. Se les oía más que al público local, pese a que estos sabían que la victoria estaba en su mano. Harris levantó el Europeo por decisión unánime (117-111, 119-109 y 120-108) y Moreno, mereció más.

Desde el primer segundo Ángel Moreno puso en liza sus cualidades. Tomó el exterior del ring, dejó a Harris el peso y esquivó y trabajó a la contra. "Si quiere guerra, se la daré", comentaba también el español y tampoco mintió. Harris propuso el intercambio en el primer round y ahí tuvo a Moreno. En el cruce se vio beneficiado el nuevo campeón. Esa tónica se repitió durante los siguientes asaltos, ya que el 'Golden Boy' estaba cómodo, se quitaba manos con grandes movimientos, pero el local sacaba más manos y eso iba pesando en la visión que tenían los jueces.

Eso lo tenían claro desde la esquina del madrileño, quien buscó restar oxígeno al británico y se centró toda la pelea en los golpes abajo. El jab al estómago y el volado de derecha fueron sus mejores aliados, pero eran insuficientes. Los tres últimos actos Moreno dio un paso al frente, había contragolpeado bien, pero con poco volumen para pelear fuera. En ese rus final lo intentó, presionó contra las cuerdas a Harris... pero la acción que cambiase todo, pero no llegó. En Londres, en un Mundial, el español fue aplaudido por su valentía. En Cardiff, por el Europeo, consiguió lo mismo. Ángel Moreno es un guerrero cada vez que pisa un ring.