Katie Taylor, ante su mayor reto: ser indiscutida en Nueva York

Katie Taylor (13-0, 6 KO) aspira a ser recordada como una de las mejores boxeadoras de la historia. La irlandesa, de 32 años, tiene opciones de ello, pero en un momento en el que el pugilismo femenino está en pleno ascenso sabe que no puede conformarse. La luchadora de Bray fue oro olímpico en Londres 2012 (primeros juegos con presencia femenina), pero no pudo repetir en Río 2016 (cayó en cuartos), cuando tuvo su decepción deportiva. En ese momento cambió al profesionalismo, en el que en sólo siete peleas ganó su primer campeonato del mundo: WBA del peso ligero.

Taylor sumó dos defensas, se acopló al boxeo rentado y en 2018 decidió unificar (con el cinturón IBF). Lo logró en junio y su objetivo se tornó claro: quería ser indiscutida. Para lograrlo, tras afianzar su reinado de nuevo, retó a la monarca WBO, Rose Volante, a la que noqueó en el noveno asalto. Mete miedo, es la mejor de su división sin discusión y ha decidido que no quiere esperar, por ello, en el undercard del Joshua vs Andy Ruiz, expondrá sus tres títulos ante la otra campeona del ligero, Delfine Persoon (43-1, 18 KO), que lleva con el título WBC desde el año 2014. 

Es una campeona contrastada y la rival idónea para hacer historia, pues tras Cecilia Braekhus y Claressa Shields quiere ser la tercera indiscutida de la historia. Está ante "su gran noche". "Sin duda alguna, esto superará todo lo que he hecho en mi carrera hasta ahora", reconoce la irlandesa. Persoon, pese a su palmarés, llega muy por debajo en las apuestas. Su victoria se paga 7 euros por euro apostado, mientras que la de la irlandesa ronda el 1,08.

Por boxeo es así. Taylor ha mostrado que su velocidad no es comparable a ninguna de sus rivales, pega duro y mete mucho ritmo siempre haciendo gala de buena movilidad. Sabe mandar con el jab. Su único debe está en el intercambio, dónde se expone mucho. Persoon tiene mucha experiencia en peleas a diez asaltos y puede alargar la pelea y provocar que Taylor arriesgue más de la cuenta. Si la irlandesa impone su boxeo, ser indiscutida está en su mano. Katie, ante su gran noche.