Tanya Ibar: "No sé concebir mi vida sin Pablo Ibar"
En la tercera jornada de la fase de sentencia del juicio, numerosos allegados de Pablo Ibar manifestaron la fuerza que les transmitió. Hoy podría darse a conocer la pena a imponer.
Este martes se ha celebrado la tercera jornada de la fase de sentencia del juicio contra Pablo Ibar, en la que se decidirá si Ibar es castigado con la pena de muerte o con la cadena perpetua, una pena que se podría conocer este miércoles o mañana jueves. Ibar, sobrino del boxeador Urtain, se expone a esta decisión después de haber sido declarado culpable el pasado mes de enero de la muerte de tres personas en un incidente ocurrido en 1994 en un proceso no exento de polémica.
Después de que Ibar acusase al juez de parcialidad en la vista celebrada el lunes, este martes fue turno de los testimonios de allegados a Ibar que fueron llamados por la defensa. El testimonio más emotivo de esta tercera jornada fue el de Tanya Ibar, mujer de Pablo, que relató el esfuerzo de su marido durante las visitas de los niños a la cárcel por mantenerles entretenidos haciéndoles pelotas de fútbol americano con servilleras de papel. Tanya Ibar también leyó la postal que Pablo le envió en su último aniversario de bodas y en la que le decía que ella "es lo más importante en la vida para él". Tanya terminó su confesión afirmando que "no concibo mi vida sin Pablo".
En esta vista intervinieron Donatella Panunzio, sobrina de Pablo Ibar, que argumentó que su tío le ha servido como inspiración para superarse a la vez que recordaba las visitas que le hizo a Ibar en la cárcel, sobre las cuáles redactó un ensayo. También tuvo la palabra María Mercedes 'Mime' Ruiz y Melissa Brown, quienes destacaron la relación y el cariño de Ibar con los niños de la familia, Heather Friedman, enferma de lupus a quien Ibar le dio fuerza para afrontar la enfermedad, y Roberta y Alvin Quiñones, hermana y madre de Tanya Ibar, que revelaron cómo Ibar les transmitió ánimos desde la prisión para superar sus adversidades.
Otro de los testimonios más emotivos fue el de Gloria de Casas, tía de Pablo y hermana de su madre, que relató cómo llegó la familia a Estados Unidos y el apoyo de Cristina, la madre de Pablo, durante la enfermedad que sufrió uno de los hijos de Gloria y el cariño que Pablo le mandaba desde prisión y cómo le trataba antes de ser encarcelado.