Vardar y Kielce muestran que el dinero no siempre lo es todo
Jugarán la Final Four de la Champions: el equipo macedonio lleva meses sin cobrar, y el equipo polaco tiene en venta a su estrella Cindric
Este martes se sortean los emparejamientos de la Final Four de la EHF en Colonia (uno y dos junio), en la décima edición de la Champions League por el sistema de cuatro equipos en la misma sede. Los cuatro, Barcelona (entrenador Xavi Pascual), Veszprem (David Davis), Kielce (Talant Dujsebaev) y Vardar (García Parrondo), son equipos punteros, y sólo el Veszprem no puede presumir de haber conquistado el título. En las nueve temporadas últimas el Barça ha ganado dos finales, ha perdido dos y en otras dos cayó en semifinales. El Kielce polaco, ha sido dos veces semifinalista y una campeón (2016); el Vardar ha sido campeón (2017) y otra vez semifinalista; mientras que el Veszprem ha estado en cuatro de las últimas cinco ediciones.
Esos números deportivos, contra todo pronóstico, porque este ha sido, y es, un año complicado sobre todo para el Kielce y el Vardar, porque la economía manda y su futuro está cuestionado. El presidente del Kielce, Bertus Servaas, ya avisó al final de la pasada temporada que tendría que vender jugadores para mantener el equipo. Talant Dujsebaev convenció a la plantilla para mantenerla unida, algunos jugadores se rebajaron el contrato (alrededor de un 15 por ciento) a la espera de algún golpe de suerte y que fructificara la ayuda oficial, pero lo cierto es que ha puesto a la venta a su estrella croata, el central Cindric, que podría reemplazar a Sagosen en PSG, o a Enterríos en el Barcelona, y que podría ser el traspaso más caro del balonmano: ¡4 millones de euros!, el doble que le costó Karabatic al PSG en su día, Es la fórmula del Vardar para paliar su crisis en las finanzas.
Hace menos de un mes el empresario ruso Sergey Sansonenko, dueño del Vardar, anunció su salida del club macedonio. Hace una temporada y media comenzaron los problemas económicos, y en el equipo empezó la desbandada. Pese a todo, el plantel que ahora dirige el español Roberto García Parrondo, pese a que lleva nueve meses cobrando mal sus salarios, está en la Final Four por tercer año consecutivo, pero es que su estrella y capitán, el pivote Stoilov, lo tiene claro: "En el balonmano el dinero no es todo".