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Blanca Manchón: "Llevaba años peleando por ir a los Juegos"

La windsurfista sevillana vuelve a unos Juegos Olímpicos dieciséis años después de ser diploma olímpico en Atenas 2004.

Blanca Manchón: "Llevaba años peleando por ir a los Juegos"

Han pasado casi 16 años cuando una joven windsurfista sevillana de 17 años, Blanca Manchón, debutaba en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y lograba el diploma (octava) en la clase Mistral (hoy RS:X). Y el sábado en toda una demostración de perseverancia, al finalizar novena en el Europeo de la clase RX:X, lograba la plaza olímpica para Tokio 2020, refrendada por la designación de la Real Federación Española de Vela.

Hoy tiene 32 años, fue madre a finales de 2016, un hecho que curiosamente puso en peligro su carrera deportiva, pero no por la maternidad sino porque sus patrocinadores en aquel momento le retiraron sus apoyos.

Fiel seguidora de 'su' Betis, cuatro veces campeona del mundo en diversas modalidades de tablas, elegida en 2010 como 'Mejor Regatista mundial del año', galardón que solo posee la doble campeona olímpica Theresa Zabell, que lo recibió en 1994, siempre seguido luchando para volver a unos Juegos.

En 2003 superó a la también sevillana Marina Alabau en la lucha por estar en Atenas 2004. A partir de ahí, Alabau se convirtió en la mejor windsurfista olímpica española de todos los tiempos. Fue campeona olímpica en Londres 2012 y diploma olímpico (4ª) en Pekín 2008 y Río 2016 (5ª), pero Blanca seguía ahí.

En esta ocasión no ha competido con Marina Alabau por la plaza olímpica, ya que a finales de año la campeona olímpica comunicó que dejaba el ciclo olímpico. Para Manchón, "eso me dio algo de 'coraje' porque es como cuando te preparas muy bien para pasar un examen y llega el profesor y te dice que ya no hace falta que lo hagas".

"Fue una pena no poder hacer ese cara a cara, pero ha sido una decisión que ha tomado ella, ya que vio que tenía que hacer muchísimo esfuerzo, primero clasificarse y después para lograr una medalla. Tenía otras prioridades y decidió hacerlo así, algo que hay que respetar".

"Llevo años peleando por este momento y me siento muy orgullosa de lo que he hecho y de haber conseguido la plaza", concreta Manchón.

Indica que las sensaciones de estar de nuevo en unos Juegos serán muy distintas a las de aquella chica que, con 17, años llegó a Atenas. "Estar allí fue como estar dentro de un vídeo juego porque veía a pasar a las grandes estrellas de todos los deportes, atletismo tenis, algo increíble".

Y no ha olvidado a un amigo que tuvo allí, un tal Rafa Nadal, que tenía 18 años porque "él era reserva del equipo español de tenis y nos sentábamos en unos escalones comiendo `pipas' para ver pasar a los atletas. Nos lo pasamos muy bien. Además, yo fui octava y logré en diploma olímpico"

Cree que está en condiciones de luchar por una medalla porque, "las flotas en los Juegos son menos numerosas que en otras competiciones y las regatas con poca gente se me suelen dar muy bien".

Ahora pasara uno o dos meses entrenando en Enoshima (Japón) sede de la vela en los Juegos de Tokio un lugar que ya conoce porque, "allí disputé el Mundial de 2017 y se me dio bastante bien, entre en la final y logré el octavo puesto".

En cuanto a los campos de regatas en los que van a competir les han dicho que, "normalmente hay poco viento, pero si entra un tifón u otro cambio meteorológico tienes que estar preparado para todo. También nos dicen que van a ser los Juegos con más calor de la historia, pero después pasa todo lo contrario".

"En agosto estaremos allí entrenando porque será la última oportunidad que tendremos ante los Juegos. Veremos las instalaciones, los campos de regatas donde competiremos, el tipo de material más adecuado que habrá que utilizar por el tipo de ola, de dirección de viento y tenemos que aprovechar al máximo, aunque las condiciones me gustan", explica Manchón.

La maternidad y la pérdida de patrocinios

En enero de 2017 Blanca fue madre de un niño llamado Noah. Un mes antes, su patrocinador principal le anunció que no renovaría su contrato para el año siguiente y, poco después, llegaba la retirada de otros patrocinadores.

En marzo de 2017, con apenas 30 años vivió uno de los peores momentos de su carrera deportiva, pensando incluso en la retirada. El apoyo de su esposo y entrenador Manuel Halcón, así como de su familia hizo que superase el desanimo.

Miró hacia adelante, sin ayudas y pagándose los gastos de su propio bolsillo, siete meses después de su maternidad, en julio de 2017 fue campeona del mundo de Raceboard y en el Mundial de Japón, en septiembre acabó octava.

Un mes después de ganar el Mundial de Racebord recibía un nuevo apoyo a su carrera, la firma onubense Instituto Español que le brindó un contrato de patrocinio de tres años, hasta la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Posteriormente Panasonic la ayudó para competir en el Mundial de Enoshima 2017. El febrero del año pasado llegaría el patrocinio del Club Náutico Puerto Sherry que preside Valle de la Riva.

Tras ganar la medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo de Tarragona 2018 y clasificar a la clase RS:X para España en Tokio 2020 en el Mundial de Aarhus (Dinamarca), el mes pasado, la firma de alimentación murciana Hero le firmó un contrato de patrocinio hasta Tokio 2020. Se cumplía el lema de Blanca: "Todo parece imposible, hasta que se consigue".