El bronce por equipos salva el honor del kumite español
Ibañez, Molina y Arenas lograron por la vía rápida los tres puntos ante Portugal.
Por la vía rápida, con un 3-0 incontestable ante Portugal, España se aseguró el bronce masculino en kumite, y se mantiene en el podio aunque perdido calidad en su metal, porque defendía la medalla de plata del Europeo de Movi Sad. Pero el bronce se celebró por todo lo alto, porque supone no bajarse del podio y de alguna manera se salva el honor del kumite masculino, sin presencia en ninguna lucha por medallas en ninguno de los cinco pesos, lo que es un revés a considerar porque eso supone casi una imposibilidad de tener españoles en Tokio.
Rodrigo Ibañez abrió el torneo, y estaba metido de lleno en su combate, como si la hora le influyese mucho menos que al público que vino a verle al Multiusos de Guadalajara. Ganó por 3-1, dominando el rito de su combate y marcando la pauta a seguir.
Alejandro Molina le sucedió en el tatami. Cuando puntuó con su yuko ya no tuvo necesidad de arriesgar más. Se protegió bien, a distancia del portugués, sin darle opción a que marcase. 1-0. Segundo punto y todo encarrilado.
Pablo Arenas completó la victoria y dejó inéditos a sus otros dos compañeros. Fue un combate sucio, con mucho agarres del portugués, que buscaba ippones a la desesperada, mientras que Pablo sumaba punto a punto. Un 3-0 claro, sin que prosperasen las peticiones de revisión del seleccionador de Portugal. Medalla de bronce.