“Sólo iré al Mundial si estoy al 100%, no me presiono”

¿Cómo recuerda aquellos instantes posteriores a su lesión en Indonesia?

Yo estaba muy nerviosa, no paraba de llorar. Aún no sabía lo que era, pero recuerdo que Fernando, que vio la lesión por la tele, llamó a Anders Thomsen, el técnico que estaba conmigo. Hablé con él y me intentó tranquilizar. Luego ya viajamos a Madrid y todo fue más fácil. El equipo me arropó. Fernando lo primero que me dijo fue que me iba a apoyar en todo momento y que este nuevo camino lo íbamos a recorrer juntos.

Han pasado siete semanas desde la lesión, su equipo afirma que está trabajando más que cuando está sana. ¿La travesía está siendo muy dura?

¡Pensaba yo que iba a ser más duro! No sé si por cómo soy o por cómo me ha salido… Al principio sí fue complicado. Cuando te dicen qué lesión sufres, que vas a tener que pasar por el quirófano, que voy a estar ocho meses sin poder competir… Me costó. Pero una vez que salí del hospital intenté ver el lado positivo.

¿Y cuál es?

Pensé en que nunca había tenido tiempo de trabajar en mejorar esos pequeños detalles, en cambiar aspectos de mi juego que ahora sí creo que puedo transformar. Y ahora estoy convencida de que cuando regrese voy a ser una jugadora completamente distinta. También otros aspectos como desarrollar la paciencia, cosa que nunca he tenido y ahora no me queda otra (risas). En resumen, saber sacar algo positivo de la situación en la que estoy.

¿Qué plazo se ha marcado para volver? Imagino que eso siempre se tiene presente.

No voy a volver hasta que me encuentre de verdad al 100%, hasta que mi rodilla esté igual que la otra. Si es en el Mundial (19 de agosto, siete meses después de la lesión), perfecto, pero si no, también. No me presiono. No voy a ir a un Mundial a probarme. Iré sólo al 100%.