"El mundo del caballo mueve en España 5.000M€ al año"
Javier Revuelta, presidente de la Federación Española de Hípica desde 2005, analiza su federación y las actividades relacionadas con los caballos en España.
Abogado del Estado y empresario, Javier Revuelta del Peral (Valladolid, 62 años) dirige desde 2005 la Federación Española de Hípica. Antes había sobresalido en su deporte con la participación en los Juegos Olímpicos de Atlanta en la modalidad de completo, en la que acabó octavo. También ha destacado en el mundo de la empresa, llegando a ser subdirector ejecutivo de Telefónica, cargo del que dimitió en 1999 para dirigir sus propias sociedades. Actualmente asume que practica otros deportes (esquí y golf), pero no la hípica: "Porque tras haber actuado a un alto nivel, ya no te quedan alicientes". Además, unos problemas de columna tampoco le permiten la práctica “de deportes muy agresivos”.
"Dirijo la actividad ecuestre española, que está entre el deporte y la industria, porque el mundo del caballo en nuestro país mueve al año unos 5.000 millones de euros, el 0,5 del Producto Interior Bruto (PIB) de España", expone orgulloso Revuelta acerca de la hípica nacional, en la que hay registrados unos 800.000 caballos, aunque la Federación sólo controla a 20.000 deportistas federados: "De los que el setenta por ciento son mujeres". "En la hípica no se han necesitado planes de inclusión para fomentar la actividad femenina en una competición que es mixta", aunque sí reconoce que "por lo que sea, lo que cuesta más trabajo es encontrar mujeres directivas: son deportistas, y cuando lo dejan es difícil que sigan". Eso sí, tiene tres mujeres en su junta de la Federación Española, y en breve espera nombrar a una cuarta.
De todos. Revuelta lo asegura: "Es común que se señale a la hípica como un deporte elitista y sólo de ricos. Y no es cierto. Cualquiera puede disfrutar en España del placer de competir. Hay clubes en todo el país y para todos los niveles, aunque no tengas un caballo en propiedad". Ahora bien, sí admite el presidente de la Federación que actualmente los concursos de saltos de alto nivel "son otra historia, más exclusivo por el precio de los animales, prácticamente para mega ricos o para jinetes que montan caballos que les ceden unos propietarios". Es el nivel más elitista de todas las modalidades de la hípica, ocho, por los premios que se reparten y por lo elevado de las inscripciones en el Circuito Internacional.
Además, porque el valor de los caballos de calidad "se ha disparado": "Cuestan una fortuna, y, en España, por ejemplo, los mejores jinetes tienen que rotar sus cuadras, vendiendo sus mejores ejemplares, porque no pueden perder esas posibilidades económicas". Esboza alguna solución para evitar la inflación de los precios, aunque eso corresponde a la Federación Internacional: "Si rebajamos la altura de los saltos, de 1,60 metros a 1,45 metros, por ejemplo, se multiplicaría por 10 el número de buenos caballos para las competiciones".
En la doma, otra de las especialidades olímpicas, la situación asegura que es diferente: "Porque ahí el trabajo de los jinetes y amazonas es más artesanal. Buscan el caballo, lo van formando y lo mantienen casi toda la vida deportiva. No se suelen vender", dice Revuelta, aunque recuerda el caso del caballo Totilas, posiblemente el mejor de la historia, adquirido por un grupo alemán por 21 millones de euros. Sin embargo, aquel ejemplar que pasaba por ser una maravilla, sin Edward Gal como jinete ya no volvió a repetir sus hazañas. "Porque el caballo es muy importante, pero también el que lo monta. Tiene que darse una simbiosis en el binomio", señala el presidente de la Federación Española, y recurre a la modalidad de raid como máximo exponente: "El jeque de Dubái, Al Maktun, es un amante de esta modalidad de hípica, y tiene las cuadras más importantes del mundo, asesorado por el español Jaume Puntí, un verdadero gurú del raid. Sin embargo, los jinetes del jeque no consiguen los rendimientos suficientes de esos caballos".
La calidad del caballo español, sostiene Revuelta, "no está actualmente a la altura de los mejores del mundo", y recuerda que en su día ya avisó al Ministerio de Agricultura que "la inversión tenía que ser en buenas yeguas. El semental es sustituible porque ahora se pueden comprar sus dosis por unos precios razonables". Y apunta como objetivo "llegar a acuerdos con Defensa, que ha mantenido la crianza de caballos. Tienen muy buena calidad, pero no acaban en las manos de los mejores especialistas".
Para Javier Revuelta, que los españoles compitan con los mejores del mundo "es casi un milagro", tanto por la diferencia en el número de licencias como en las ayudas: "Esperamos desde hace años una Ley de Mecenazgo que nos dé seguridad, que luego no lo discuta la Agencia Tributaria, trabas que incluso han llegado al ADO".
También discrepa Revuelta del anteproyecto de Ley para el Deporte, ahora estancada por las elecciones generales: "Se notaba celeridad, y una variedad de manos a la hora de su redacción. Y llamaba la atención que quisiese limitar el mandato de los presidentes de federación en un país en el que ni los políticos ni los presidente de los consejos de administración tienen esas limitaciones de tiempo en sus cargos".
De su trabajo al frente de la Federación destaca la idea que ha puesto en marcha durante estos años, la de ser una especie de empresa de servicios en favor de las competiciones y no entrar en colisión con quienes organizan. "La Federación Española tiene un presupuesto de seis millones de euros, y casi cinco son en recursos propios. Y sin tener grandes patrocinadores, porque pensamos que es mejor que ese dinero lo tengan los promotores y no entremos en una posible competencia", señala el vallisoletano, muy orgulloso de que España esté "a la cabeza mundial en la organización de grandes torneos internacionales", porque actualmente se programan en nuestro país cuatro citas de primer orden: dos en Madrid, otra en Casas Novas (Pontevedra) y la final de la Copa de las Naciones en Barcelona, "que ha renovado el acuerdo por tres años más".
Y eso no es todo, porque en lo que podríamos considerar la pretemporada se celebran al mismo tiempo en España cuatro grandes reuniones internacionales "de cuatro a seis semanas" entre Vejer de la Frontera, Oliva, Carmona y Valencia "con competiciones diarias, que reúnen a unos 3.000 caballos de saltos durante febrero y marzo", y que son animadores económicos en esas zonas por lo que representa de ingresos para la hostelería.
Respecto a nombres propios dice el presidente que "hay pocos, y de calidad, como Beatriz Ferrer Salat, Claudio Castilla o Juan Matute": "En doma, con el equipo ya clasificado para Tokio. En saltos, Álvarez Aznar y posiblemente Sergio Álvarez Moya, lesionado, tienen un año para clasificarse para los Juegos".