Ryan Lochte quiere 'lavar' su imagen en Gran Hermano VIP

Anoche arrancó en la CBS una nueva edición de Gran Hermano VIP, el 'reality' estadounidense en el que 12 famosos conviven en un mismo hogar con el objetivo de ser el ganador escogido por la audiencia y llevarse el premio de 250.000 dólares. Entre ellos, se encuentra el segundo nadador con más medallas olímpicas, el nadador Ryan Lochte, de 34 años, que acude al programa para lavar su imagen pública, después de los últimos escándalos que le costaron una sanción de 14 meses por haber recibido transfusiones intravenosas superiores a 100 ml en un periodo de 12 horas sin una Exención por Uso Terapéutico (TUE), entre otros quehaceres.

"Él no es como aparece en los medios de comunicación”, dijo su agente Ostrow en el artículo de la revista 'People'. “Es una gran persona, tranquilo y con los pies en la tierra. La gente que quiera ver a Ryan, si piensan que está todo el día de fiesta y que está loco, no es lo que se van a encontrar, porque no es así. De hecho, se ha comprometido a cambiar su estilo de vida y ha buscado ayuda externa para solucionar sus problemas con el alcohol". Aún colean aquellas imágenes captadas en los Juegos de Río, cuando el estadounidense se inventó un asalto con pistolas en una gasolinera y abrió un escándalo diplomático. "Probablemente fui la persona más odiada del mundo", dijo en su momento. Incluso, pensó en el suicidio. Unos paralelismos con Michael Phelps, amigo y compañero.

Pese a que no compite desde entonces, al encadenar una sanción de diez meses primero y luego 14, el nadador reconoce que seguirá entrenando mientras graba el programa (han colocado una piscina en la casa para que lleve a cabo su preparación) y que, entre ceja y ceja, tiene los Juegos de Tokio, a los que llegará con 36 años. Lochte ha sumado 12 medallas olímpicas y ha sido campeón del mundo, entre piscina larga y corta, 35 ocasiones.