Ocho mujeres y cuatro hombres deciden sobre Pablo Ibar
Entre los 18 miembros de jurado (seis son suplentes) hay trabajadores de correos, un director de una fábrica o un asistente de veterinario.
La repetición del juicio a Pablo Ibar, el sobrino de Urtain condenado a muerte, terminó con un duro alegato de la Fiscalía, que usó una expresión que se pudo interpretar como una petición para “no dejar libre a este asesino” (la Defensa se quejó de que no se respetó la presunción de inocencia). Fue lo último que escuchó, antes de ir a deliberar, un jurado formado por 12 personas, ocho mujeres y cuatro hombres, que deben decidir sobre si es ejecutado o liberado (por unanimidad).
Durante el juicio fueron 18 (seis eran suplentes), entre los que había hispanos. En cuanto a la edad, hay desde veinteañeros hasta personas con más de 60 que se dedican a las más diferentes profesiones: hay un empleado de correos, un dependiente de una cadena de restaurantes, el director de una fábrica, un asistente de veterinario o un jubilado, de los que la parte que coordina la defensa de Ibar no consideró conveniente dar sus identidades.
El jurado, ya una vez que entró a deliberar, había pedido transcripciones de determinados testimonios y peritajes, que alargarán la deliberación hasta, al menos, el sábado.