El 'corazón' que encadena una medalla detrás de otra

Cuando Lydia Valentín (Camponaraya, 1985) concluye una competición hace con sus dos manos el símbolo del corazón. Ese gesto se ha convertido en un clásico en todos sus títulos... que son innumerables e ininterrumpidos.

Ni la propia Lydia sabe exactamente el número de medallas internacionales que se ha colgado a lo largo de su carrera. Sólo en total olímpico tiene diez en Europeos, dos en Juegos Mediterráneos, tres en Mundiales y otras tres en Juegos Olímpicos. Su viaje a los podios comenzó en 2007 con el bronce europeo en Estrasburgo, y desde entonces sólo bajó un año (2010) de los cajones de honor. Este 2018 ha sido brutal. Se ha colgado el oro continental, mediterráneo y mundial, este último con mérito especial porque acudió con una lesión en el hombro y cambió de peso.

Si a Lydia le queda una espina es la de no haber subido al podio olímpico en Pekín y Londres, cuando años después se demostró que sus rivales eran unas tramposas y le pertenecían la plata de China y el oro británico. En Río alcanzó el bronce y mira con todo a Tokio 2020, cita para la que prepara ya su corazón.