KARATE | MUNDIALES
El equipo femenino de kumite se cuelga la medalla de bronce
En sólo diez minutos el Palacio de los Deportes pasó del abatimiento a la alegría, tras la derrota de Raúl Cuevas al meta de las chicas ante Irán.
En sólo diez minutos el Palacio de los Deportes pasó del abatimiento a la alegría, de despedir con un aplauso a Raul Cuerva tras perder la medalla de bronce en el último segundo de su combate frente a un iraní, que le marcó un ippon, a saltar con el equipo español de kumite por lograr la medalla de bronce ante el equipo iraní. Cosas del destino. Reparto de medallas.
“Me voy con rabia. Mi rival no es mejor que yo, y me he equivocado de estrategia”, apuntaba Raúl Cuerva, dolido con una derrota que él no esperaba. “Tenía que haber hecho mi karate, olvidarme de jugar a sus fallos, y aunque no soy de justificarme con los jueces, creo que me han quitado un yuko, que hubiese cambiado el final”, reflexionaba el español satisfecho de su campeonato “porque estar en un Mundial es ya un premio”.
Y lo cierto es que el ippon le llegó con empate a tres, que le obligaba a buscar el golpe definitivo porque en el empate perdía. Y en la contra a su ataque a la desesperada se acabó su sueño del podio.
Tras él, subieron las chicas al podio. Cristina Vizcaino encarriló el triunfo con un 2-0 inicial; Cristina Ferrer mantuvo el tipo en un combate sin riesgos que acabó en empate; y Laura Palacio, ante una rival mucho más grande, se las ingenió para puntuar, para tener a la iraní de los nervios, en la necesidad de remontar, que le llevó al descalificación a poco segundos del límite por amonestaciones reiteradas.
“El miércoles nos salió mal a todas el Mundial, fue un día horrible, y nos dijimos, vamos chicas, vamos a arreglarlo en el equipo”, contaba Laura Palacio, que el lunes pasará por el hospital para que le hagan unas placas a su nariz ya amoratada tras el penúltimo combate.