Jacobs se corona en Nueva York y reta públicamente a Canelo
El estadounidense se proclamó campeón mundial IBF del peso medio al derrotar por decisión dividida (115-112, 115-112 y 113-114) a Sergiy Derevyanchenko.
Lo logró. Daniel Jacobs al fin tiene un Mundial absoluto (había sido campeón regular WBA). El estadounidense tenía una difícil prueba ante Sergiy Derevyanchenko en Nueva York y las previsiones se cumplieron sobre el ring. Fue una pelea igualada en la que Jacobs mostró su potencial y ganó con justicia a los puntos (115-112, 115-112 y 113-114) para proclamarse campeón mundial del peso medio por la Federación Internacional de Boxeo (IBF, en inglés). La alegría era máxima, pero el nuevo monarca no se despistó. "Queremos a Canelo", espetó después de su victoria. Es el camino lógico de ambos, ya sea en el medio o en el supermedio, pero primero el mexicano tendrá que pelear en diciembre. Después habrá que negociar.
Ante Derevyanchenko, Jacobs mostró casi por completo sus cualidades. De inicio dejó claro que tiene pegada. Mientras se medían en el primer asalto encontró un hueco en la zona de flotación del ucraniano y le envió al suelo. Le salvó la campana e hizo que cambiase su visión del combate. Desde el segundo round salió a presionar. Mucho. Cerraba todos los huecos y lanzaba golpes veloces. Jacobs se movía, pero no estaba cómodo. Ahí el estadounidense mostró su buena defensa de cintura. Se quitaba manos con de manera muy vistosa, algo que repitió hasta el final del pleito.
Por último, Jacobs mostró inteligencia. No era la pelea que quería, estaba más cómodo en estático, pero con cambios de guardia y aprovechando su mayor envergadura logró frenar a Derevyanchenko. Los ganchos a diferentes alturas fueron su mejor aliado. Dejaron muy cansado al ucraniano, que lo evidenciaba mediada la pelea. En ese momento emergió Jacobs para decantar la pelea de su lado. Derevyanchenko quería cerrarle, pero no podía como al principio y en parado Jacobs tiraba de inteligencia para sumar sin arriesgar. Estaba haciendo lo que tocaba en cada momento y en el último round debía sufrir. Derevyanchenko se fue con todo y el capeó como pudo hasta el final. Esperaba una batalla dura y la tuvo, pero demostró que tiene mucho que decir todavía. Derevyanchenko fue su víctima en el Madison Square Garden. La siguiente quiere que sea Canelo.