"Es posible hacer un culturismo con limpieza, sin dopaje"
Se celebraron los Nacionales de culturismo natural en Yeles (Toledo), donde se hicieron hasta diez controles antidopaje.
Tras el pesaje de los Nacionales de culturismo natural de Yeles (Toledo) hubo diez controles antidopaje y, al contrario de lo que sucedió la semana pasada en Santurtzi, ninguno de los 166 participantes se escapó. “El natural busca el deporte limpio. Pasé el control tan contento, porque es la única prueba de demostrar que no utilizo nada”, decía Dani Prada, culturista máster de torso definidísimo del campeonato de la AECN (Asociación Española de Culturismo Natural).
El madrileño lleva 25 años trabajando su cuerpo en su gimnasio sin sustancias ilegales: “Competir así es un premio a mi apuesta. Lo que hago es fruto de entrenamiento, de constancia, de conocimiento, no por utilizar nada. Y eso que las sustancias ilegales están en el ambiente de los gimnasios, cerquísima. A lo que se puede llegar con dopaje está fuera del alcance aquí, pero sí se puede tener dureza, masa muscular y definición muy altas, hace falta tiempo”.
Con restos de tinte estaba Mario Galán, afincado en Yeles y que también pasó control. Tenía una sonrisa gigante al mirar el auditorio lleno (440 espectadores) para verle subir a la tarima: “El deporte es salud, aquí no se trata de destrozarte por dentro. Yo no puedo poner la mano en el fuego por nadie, pero en esto se nota mucho la relación talla-peso. Mido 1,65 y peso 66 kilos. Mis entrenamientos son pesados, intensos y con una disciplina muy fuerte en las comidas. Utilizamos glutamina, aminoácidos y... mucho pan y agua”.
Fátima Camacho, culturista máster femenina de Madrid, utiliza esta disciplina como “una forma de mejorar la calidad de vida”: “Creo que el potencial del cuerpo se puede explotar sin química. Con sustancias, en muchas ocasiones se terminan teniendo facciones masculinas y problemas físicos. El culturismo natural es salud. Te conservas y envejeces mejor”. Y hace cuatro años se inició Caterine Arteaga. Compite en bikini: “Para mí esto es superación personal, antes estaba gordita. Con alimentación y entrenamiento conseguí esto. Jamás usaría química”.
Escasean en culturismo natural las ‘grandes moles’. En una de las categorías más altas (85 kilos) está Dani Castán, que sueña con el Mundial de noviembre en Madrid: “Mido 1,83 y peso 84. Es una proporción normal. Las categorías grandes suelen estar más despobladas de forma natural, porque no te vas a encontrar un bicho de más de 110 kilos, es imposible sin sustancias. En otros sitios sí ves”.
“Claro que los que utilizan anabolizantes pueden llegar a 120 kilos, pero ese no es nuestro culturismo. Nosotros queremos que sea un deporte, no un show. Tratamos de ser serios”, cuenta Fernando García, impulsor de la AECN en 2015 junto a su mujer Sandra López, y juez de la competición: “Los controles nos han costado sobre 2.000 euros que es una parte alta de nuestro presupuesto. Si tuviéramos más, haríamos más tests. Queremos mirar a la cara y a los ojos a la gente y decir que en culturismo se puede ser limpio, sin usar sustancias”.