Los All Blacks cierran con triunfo un título agridulce
Sudáfrica mandaba por doce a cinco del final pero perdió con un ensayo sobre la bocina de Ardie Savea. Nueva Zelanda, campeona desde la jornada pasada, termina con sabor agridulce.
No ha sido el Rugby Championship más estético de Nueva Zelanda. Quedó certificado este sábado en Pretoria, donde los All Blacks se impusieron (30-32) a una Sudáfrica de nuevo muy combativa con un ensayo de Ardie Savea sobre la bocina que certificó una remontada de 12 puntos en los últimos cinco minutos.
La defensa volvió a ser el principal arma de los Springboks, que con una touche bien engrasada y enfocando su ataque a encontrar la espalda de la zaga neozelandesa mediante patadas fueron encontrando los primeros resquicios para sumar: dos golpes de castigo que Pollard convertía en el 4' y el 13'. Nueva Zelanda no jugaba cómoda, arrinconada en su campo durante buena parte de la primera mitad, pero los de Rassie Erasmus tampoco lograban transformar en puntos su dominio de la posesión y el terreno de juego y otras dos patadas a palos, esta vez de Beauden Barrett en el 26' y el 36', empataban el partido antes del descanso.
Se esperaba la tradicional carga de caballería kiwi para el inicio de la segunda parte, pero vino del lado contrario. En el 43' Kriel se colaba en un intervalo batiendo a Naholo y Ben Smith para terminar posando ante un último esfuerzo infructuoso de Aaron Smith. Transformaba Pollard, que tampoco fallaba el siguiente golpe de castigo, de más de 50 metros, ni cinco minutos más tarde cuando Kolisi aprovechaba otro hueco antes de descargar magistralmente para el ensayo de De Allende. A media hora del final los 'bokke' mandaban 23-6.
Ambos mazazos despertaron al gigante dormido. Hansen movió su delantera y reestructuró la línea: Mo'Unga a la bisagra, Barrett de zaguero y Ben Smith al ala derecho por Naholo. Con el diez de los Crusaders mejoró el flujo ofensivo oceánico. Aaron Smith, en el 54', recortaba distancias antes de un nuevo bofetón sudafricano: ensayo de Cheslin Kolbe con un gran segundo esfuerzo para posar que dejaba dudas en la repetición pero que el TMO dio por bueno. Pollard ponía el 30-13 y forzaba la entrada de Lienert-Brown y Perenara, este último en sustitución de un errático Aaron Smith. En el 62' Ioane se colaba en la línea Springbok y acercaba a los suyos: 30-18.
El partido era caótico y Sudáfrica, ya con Snymar, Willemse o Koch sobre el verde, empezaba a verle las orejas al lobo. Más aún cuando Scott Barrett ponía a los campeones del mundo a tiro de ensayo en el 75'. Mo'Unga no fallaba y los All Blacks tenían posesión para ganar. Entraron en 22, ganaron la touche y tras varias percusiones llegó la buena, la de Ardie Savea, en el 79', para cerrar con triunfo un Championship agridulce, que a un año del Mundial nos ha enseñado una Nueva Zelanda humana.