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ATLETISMO

Doha 2019: Mundiales de noche y con aire acondicionado

Del 27 de septiembre al 6 de octubre se celebrarán los primeros Mundiales en Oriente Medio. El Khalifa Stadium tendrá aire acondicionado y la maratón y la marcha será de noche.

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En la puerta del Khalifa Stadium de Doha (Qatar) hay 38 grados, el sol del desierto árabe golpea duro, pero una vez se entra, la sensación térmica cambia: 25 grados. El cooling system, o aire acondicionado, es la novedad del recinto de los Mundiales de atletismo de 2019, primeros en Oriente Medio, que serán del 27 septiembre al 6 de octubre y que tienen como insignia el estadio “más tecnológico del mundo,” con capacidad para 48.000 personas.

Más de 3.000 cañones de frío, alimentados de agua, que se transforma en gas, enfocados en diferentes direcciones para no influir en el viento de las pruebas, obran el milagro. “Controlaremos todo, la temperatura, pero también la humedad, para que el ambiente no sea seco. Aquí nadie tendrá dolor de garganta”, cuenta Saud Abdul Ghani, ingeniero de la Universidad de Qatar, autor de la obra faraónica en la que los cañones se reparten por todo el graderío: “Es un proyecto con muchas variables, no podía fastidiar la hierba. Es un gran microclima, una burbuja que hará a los atletas competir en las mejores condiciones”.

Los Mundiales de Doha serán los primeros sin Bolt y darán paso a Lyles, Coleman, Duplantis, Ingebrigtsen, Norman, McLaughlin... y dos qataríes: Samba y Barshim. “Es que una nueva generación requiere de innovación”, sigue Dahlan Al Hamad, vicepresidente de la IAAF e impulsor de la cita, que sólo tendrá jornadas de tarde (a las 17 horas ya es de noche).

Pese a que los Mundiales cambian de agosto a finales de septiembre, un problema llegará con la maratón y la marcha... por el calor. Se harán a medianoche, en la Avenida de Corniche, a orillas del Golfo Pérsico. “Pondremos la máxima iluminación para que se siga por tele y se verá el espectacular skyline”, sigue Al Hamad. Pero habrá temperaturas altísimas (38 grados) con humedad. “Doha no la podemos cambiar”, dice Juan Manuel Alonso, español y jefe del equipo médico del Comité Organizador: “Hemos hecho un análisis matemático y antes de que empiece la prueba veremos la situación, si es amarilla estará bien, roja tendrá alto riesgo y habrá medidas fuertes para calambres y golpes de calor, y si es negra se recomendará aplazamiento o suspensión a la IAAF”.

Este lunes viaja una delegación de atletas españoles entre los que hay marchadores (Álvaro Martín, Diego García, María Pérez...). “Lo importante es trabajar la aclimatación, con estancias en lugares de humedad, hacer un preenfriamiento y estar hidratado”, recomienda Alonso, que ha visto Mundiales “similares”. En dos pasos, se vive 25 grados y calor extremo. Sólo es posible en Qatar.

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