Haroun: “La pista es como un ring, allí pienso en Mike Tyson”
El cuatrocentista qatarí atendió a As en Doha, donde dentro de un año serán los Mundiales al aire libre en el Khalifa Stadium. “Tengo el sueño de ser el mejor”.
“Para mí la pista de atletismo es como un ring de boxeo. Los 400 metros son una pelea contra tus rivales y el cronómetro”, cuenta el qatarí Abdalelah Haroun, bajo el potentísimo sol que machaca en la pista de calentamiento del Khalifa Stadium, el modernísimo escenario, con aire acondicionado, en el que se disputarán dentro de un año los Mundiales de Doha (27 septiembre al de 2 octubre). Haroun, de 21 años, con 44.07 de marca personal, y que fue bronce mundial en la vuelta a la pista en 2017, aspira a héroe local en el Golfo Pérsico: “Será muy especial. Tengo el sueño de ser el mejor del mundo en 400, pero no será fácil”.
Haroun, a secas como le gusta que le llamen y como reza la pulsera de su muñeca, tiene aspecto de boxeador por hechura y maneras. “Mi ídolo es Mike Tyson, cuando salgo a la pista pienso en ser como él, vi todas sus peleas”, sigue este chico, que nació a las afueras de Jartum (Sudán), donde hacía boxeo en un club: “Llegaba a casa lleno de heridas y mi madre me regañaba”. De chaval, desembarcó en Qatar “en busca de una vida mejor” y en 2015 obtuvo la nacionalidad. “Aquí lo encontré todo. Ahora vive aquí en Doha mi familia, mis hermanos y mis padres. Mi madre es profesora, aunque yo nunca fui muy aplicado”, sigue el velocista, que conduce un espectacular Corvette al que mete acelerones para saludar por las concurridísimas carreteras qataríes. “Haroun es muy conocido aquí”, bromea un amigo suyo.
El qatarí pasa épocas en el Aspire Center, pero es de naturaleza nómada. Tras salir del grupo del sospechoso Jama Aden, se entrenó un tiempo, en 2017, en Alicante con Llorenç Solbes, el entrenador que dirige los pasos de los ochocentistas Dani Andújar y Antoine Gakeme. “Llorenç es mi amigo y me enseñó mucho, pero ahora paso temporadas en Brasil porque me entrena Luis de Oliveira, el que entrenaba a Joaquim Cruz, también he ido a Turquía, Suiza…”, dice Haroun, que ya coquetea con dar el salto al 800. Pero antes, en 400, tiene mucho fuelle. Este 2018 bajó de 45 en nueve de diez carreras de 400, si bien se le resiste la barrera de los 44. “Haroun trabaja poco a poco, debe seguir esta línea. 44, 44… Ya estaría bien que apareciera un 43”, explica en tercera persona y añade: “Soy una persona más centrada con el tiempo”.
Y aunque no haya bajado de 44, también habla de la barrera de los 43 segundos. ¿Qué es mejor hacer menos de dos horas en maratón o menos de 43 en 400? “Es mejor correr en 42 en 400”, dice Haroun, que espera un duelo con el plusmarquista Van Niekerk, lesionado de gravedad en la rodilla, en los Mundiales de Doha. “Él es el mejor, me encantaría que nos enfrentáramos. Van Niekerk es un atleta contrastado, yo voy paso a paso”, añade Haroun, que gestiona muy bien la presión: “La necesito para competir y ya saben. No pain, no gain (sin dolor, no hay victoria)”. ¿Cuál es sueño, el récord mundial, campeón olímpico, mundial? “Quiero todo”.
Haroun también es especialista en pista cubierta, en la que tiene la mejor marca mundial indoor de 500. “Se me dan muy bien las curvas, como soy bajito”, sigue el qatarí, con un perfil parecido a Husillos. Haroun también fue descalificado en los Mundiales indoor de Birmingham. “Vi la carrera de Óscar, es un atleta de nivel mundial y tiene que mirar hacia adelante. Espero encontrarle en Doha”. La ciudad de Haroun, el atleta que ve la pista como un ring de boxeo: “En la pista soy Haroun, de Qatar, y voy a por todas”.