TRIATLÓN | SERIES MUNDIALES
Mario Mola es un ciclón: tercer título de campeón mundial
El mallorquín, de 28 años, se proclamó campeón de las Series Mundiales tras ser segundo en la gran final de Gold Coast. Ya ganó en 2016 y 2017.
Con sangre fría y un dominio de la tensión que hace parecer las cosas fáciles, Mario Mola remató su tercer título Mundial de triatlón en la gran final de Gold Coast. En la ciudad australiana del pacífico, este mallorquín, de 28 años, fue segundo tras el francés Vincent Luis. A Mario le sobró, porque necesitaba quedar en el top-14 gracias a las cuatro victorias que había hecho durante el año. Con esta tercera corona iguala con el australiano Peter Robertson, a tres títulos. Ya sólo dos mitos están por delante: el británico Simon Lessing, con cuatro y Gómez Noya, con cinco. Mario, el aprendiz, cada vez está más cerca del maestro y manda en el mundo en los tres últimos años: 2016, 2017 y 2018. Sólo el gallego había hecho la gesta de ganar el trío consecutivo.
La carrera decisiva se presentaba caliente y con mucho estrés. Con el ingrediente extra de los dos hermanos Brownlee inscritos, sin opciones para la general, pero con ganas de dar guerra. Con el australiano Birtwhistle como amenaza y de enemigos duros al francés Luis, los incipientes noruegos Blummenfelt y Stornes, los sudafricanos Schoeman y Murray, Alarza... Mario Mola tenía todos sus rivales en su calculadora mental y una estrategia mental fríamente calculada: “Ser inteligente”. Y se lanzó al agua.
Mario salió de los 1,5 km de la natación el 31º a 40 segundos de la cabeza en la que Vincent Luis, francés con opciones remotas de título, lanzaba su desafío. Las aguas del Pacífico se le atragantaban al mediterráneo balear, pero nada preocupante. Había esquivado la montonera acuática en una boya, que produjo un infinito reguero de golpes y dos descalificaciones, Rusell White y Alistair Brownlee, el icono británico oro olímpico, que se saltó el giro por exceso de tráfico. Un rival de postín, que corría puntualmente aunque no contase para la victoria final, quedaba fuera de combate. Mario seguía y transitaba veloz hacia la bici.
En bici, pocas aventuras durante 40 kilómetros. 24 segundos hubo de los aventureros en los primeros compases. Pero Vincent Luis se cayó en una curva cerrada y se quedaba sólo como héroe el belga Marteen Van Riel, que terminó con problemas mecánicos. Mola ya transitaba con los buenos y en el ecuador, en torno al 19, se fusionó el pelotón. Los atisbos de rebeldía se disuadían y sólo el noruego Blummenfelt, tipo duro, se atrevió a fugarse. Llegó sólo a la T2 para la carrera a pie. Mola, 39 segundos después, con todos los favoritos. Situación controlada para el mallorquín, un rayo en la carrera a pie de 10 kilómetros.
Hubo un corte rápido en el grupo VIP y Mola estaba en el paquete de ocho corredores, con los dos Brownlee KO, que perseguían al escandinavo de la lluviosa Bergen. En el primer cuarto de carrera ya estaban a 15 y Mario comenzó a imponer su tren de campeón de atletismo. Capaz de correr por debajo de 3:00 cada 1.000 metros, dejó a sus rivales sin capacidad aeróbica. El noruego estaba cazado y a los 5 kilómetros se había marchado en solitario (primer parcial en 14:50, a 2:58). Birtwhistle naufragaba, título para el saco. Luis le cazó y Mola le seguía a distancia. Llegó en segundo lugar a la meta australiana de Gold Coast, pero fue un oro final en la costa de oro para Mario Mola, aquel estudiante de dirección de empresas que aplica su mente matemática para el deporte.
Para fraguar este Mundial, Mario ganó las pruebas de Yokohama, Hamburgo, Edmonton y Montreal. Hizo dos segundos (Leeds y Abu Dhabi) y su peor puesto fue un cuarto en Bermuda, pocos días después del accidente de tráfico de Carol Routier, su pareja que también es triatleta. “Ella ha sido un factor más para querer hacerlo bien”, dice Mola. Desde 2008 se han disputado 11 Mundiales, cinco ganó Gómez Noya y tres Mario Mola, el nuevo jefe de la distancia olímpica, gracias a sus piernas y a su cabeza prodigiosa. Un chico inteligente.