Canelo y Golovkin vuelven a chocar por la supremacía
Mexicano y kazajo tienen la revancha de su combate de hace un año. Se jugarán los Mundiales WBC y WBA del peso medio y la supremacía de su categoría.
Una fotografía resume perfectamente el primer combate entre Saul 'Canelo' Álvarez (49-1-2, 34 KO) y Gennady Golovkin (38-0-1, 34 KO) del 16 de septiembre de 2017. Los dos alzaron los brazos al acabar su pelea. Se sentían ganadores, pero ninguno lo logró. 118-110, 113-115 y 114-114 fueron las puntuaciones que marcaron el camino para una revancha. Querían la supremacía, pero se quedaron sin ella. Un año más tarde, en el mismo escenario (T-Mobile de Las Vegas), se vuelven a jugar reinar en una de las categorías más prestigiosas del boxeo en la historia, el medio. Además, los títulos mundiales del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, en inglés) y la Asociación Mundial de Boxeo (WBA, en inglés) del kazajo también estarán en liza. Es el combate del año y se trata de una revancha. Más madera.
El combate llega tarde. Tenía que haberse producido el 5 de mayo, pero el doble positivo por clembuterol de Canelo hizo que se tambalease. El mexicano fue castigado por seis meses. Intoxicación alimentaria, es el argumento que esgrimió y que la Comisión Atlética de Nevada aceptó. A partir de agosto podría volver a pelear, y pronto se marcó una fecha: 15 de septiembre. El día de la fiesta nacional de México. Golovkin tardó en aceptar, pero lo hizo. Su historia no podría quedar en un empate. Echar la vista atrás no gusta a uno ni a otro, pero sobre todo escuece a Canelo. Desde la esquina de GGG lo saben y lo han aprovecahdo para atacarle. "No le tengo respeto, iré a noquearle", ha reptido Canelo. Los nervios y las ganas de venganza serán clave.
Después de 365 días nadie logra ponerse de acuerdo sobre el resultado de la primera pelea, aunque la idea más extendida es que la victoria cayó del lado de Golovkin. Eso hace que el kazajo llegue como favorito en las apuestas, aunque el pleito está de lo más igualado. Si ambos templan sus nervios Canelo tiene ventaja. Pese a las críticas, el mexicano debe repetir su estrategia: moverse, parar la pelea y así evitar el intercambio con un durísimo pegador como Golovkin. Si se queda estático está perdido y si decide comparar la potencia de sus puños también. Ahí tiene que ir GGG. Golovkin pecó en su primer duelo de no buscar la zona de flotación de Canelo. Tiene que restarle oxígeno y para ello los golpes en el abdomen serán clave. Se trata de dos estilos de boxeo. En la primera pelea Canelo frenó mejor a Golovkin, aunque erró al lanzar pocos golpes en la parte central de la pelea. El respeto, la clave.
No lo hay ya, eso aseguran ambos. Lo han demostrado en todos los actos previos y lo volvieron a dejar claro en el pesaje, sobre todo Canelo, que no dudó en ir a por su rival. Chocaron frentes y les separaron, pero la mecha está encendida. Si templa los nervios, se mueve y es fiel a su estilo Canelo tiene mucho ganado. Si hay una guerra, la potencia del kazajo será clave. Dos estilos, dos títulos mundiales, una inquina y un honor: ser el rey supremo de los peso medios. Mucho en juego en Las Vegas.